AQUÍ TE ESPERO
Estorbos
JUSTO en la confluencia de la calle Carreras con la carretera de los Cubos la acera del lado de las casas es más propia de Liliput que de León, pero siempre ha sido así y los peatones que pasan tienen que jugarse la piel. Hace un tiempo empezaron a derribar una edificación justo allí, y los vecinos se las prometían muy felices, pensando que cuando se construyera un nuevo edificio habría más acera, porque se le obligaría a retirarse, igualando con el resto de edificaciones y quedando sólo el viejo caserón de la esquina a la espera de la piqueta que deje la calle Carreras casi remozada. Pero los deseos vecinales y el sentido común parece que no van a verse satisfechos, porque las obras de la edificación no auguran más anchura de acera, sino menos. Si ya es complicado para quien por allí transita tener al lado casi de forma permanente una larga fila de coches, con los que en cualquier momento puede tropezar si se baja de la acera, no digamos lo que aumenta el peligro para las personas mayores, sin agilidad ni reflejos. ¿Será necesario -me decían unos vecinos- que haya un atropello para que pongan remedio? Espero que no, que se agilicen las obras y se coloque una valla que proteja a los viandantes en ese estrecho tramo. Y ya que hablamos de un estorbo nuevo, dejar constancia de que recientemente ha desaparecido uno viejo, del que dimos cuenta aquí. Se trata del depósito de hormigón que había en Padre Isla, en la construcción de la esquina con Luis Carmona, cuyas obras se han reanudado y no sólo han quitado el citado depósito, sino que han limpiado la acera y ahora está un poco más ancha para los peatones, lo que es de agradecer después de tanto tiempo. A ver si cunde el ejemplo.