Diario de León

TRIBUNA

El Día de la Provincia y algunas preguntas

Publicado por
JOSÉ MANUEL APARICIO
León

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EL PASADO día 20 de julio se celebró en la localidad jiminiega el Día de la Provincia promovido como cada año por la Diputación Provincial. Fue una calurosa jornada en la que las seis mil personas que acudimos disfrutamos de lo lindo con todas las expresiones de lo leonés que allí se desarrollaron. Ello a pesar de que los integrantes del colectivo leonesista nos tomamos la jornada en plan reivindicativo portando tres pancartas donde se podía leer: «Hospital comarcal ya, juntos podemos»; «León no te dejes» y «Autonomía leonesa ya». También se veían muchas banderas de León, las cuales fueron criticadas por algún político desinformado que aludía al «rabo» del león rampante de nuestra bandera y tuvimos que aclararle que existen tres banderas parecidas pero distintas: la de la ciudad de León, la de la Diputación (con el «rabo» hacia dentro) y la de la Región Leonesa o del Viejo Reino (con el «rabo» hacia fuera). También hay que señalar varios detalles: los lazos verdes que simbolizan el rechazo a la línea de alta tensión Sama-Velilla, así como una bandera del municipio de Castrocontrigo y una persona disfrazada de león, con traje a rayas y encadenado a una bola con la inscripción «Estatuto», cuya interpretación no hace falta explicar. En los detalles se reflejaba toda una declaración de principios como el hecho de que la pancarta reivindicativa del hospital comarcal fuese portada por dos personas: el secretario comarcal de UPL-La Bañeza y por el que suscribe, de Astorga. Tuvimos ocasión de saludar e intercambiar impresiones con un gran número de políticos, unos más accesibles que otros, mayoritariamente del partido popular, aunque también los había del PSOE y de la UPL. Allí estaban el delegado territorial de la Junta Eduardo Fernández, el subdelegado del gobierno Francisco Álvarez, la presidenta de la Diputación, el responsable comarcal del PP de Astorga Sindo Castro, el diputado de Turismo Avelino Vázquez, el de Deportes López de Benito, el diputado de UPL García Bayón y otros muchos cuya filiación desconozco, además de alcaldes como el de Jiménez, el senador y alcalde de La Bañeza José Miguel Palazuelo, el alcalde leonesista del Val de San Lorenzo y secretario comarcal de UPL-Astorga, el presidente de la Cámara de Comercio de Astorga, etc. también estaban personajes destacados de la política leonesa como Ramiro Arredondas presidente de Montañas del Teleno y ex alcalde de Encinedo, persona que cuanto más le conozco más simpatía le tengo, y creo sinceramente que si en el seno de los populares hubiera más políticos como él mejor nos iría a todos. Antes he aludido a los aspectos negativos y no puedo evitar referirme a la casi total ausencia de astorganos en esta fiesta provincial. Considerando la presencia del alcalde bañezano, uno no se explica la ausencia del alcalde de Astorga y la de algún representante de los grupos políticos integrantes del consistorio de una ciudad tan importante como Astorga. Por ello la celebración, desde mi punto de vista, estuvo coja por esta ausencia tan notoria. De todas formas, los que tenemos querencia por todo lo leonés disfrutamos las distintas expresiones de la artesanía leonesa y de nuestros productos gastronómicos, aunque se echa de menos una más potente promoción de lo nuestro, con degustaciones e invitaciones a industriales y comerciantes de otros lugares; del desfile de pendones que si no me fallan las cuentas eran 37, entre pendones y pendonetas, entre los que estaba el de la basílica de la Encina de Ponferrada; del concurso canino de mastines y perros de carea leoneses, el corro de aluches y un largo etcétera. En conversación con políticos populares sobre el tema de la sanidad y el Hospital Comarcal para Astorga y La Bañeza. Los argumentos en contra eran del tipo: «Si hay carencia de médicos actualmente, ¿cómo vamos a construir más hospitales?», «Ya se estuvo a punto de conseguir hace años pero la rivalidad entre las dos ciudades impidió que se llegara a concretar», «Vosotros pedís un hospital pero en realidad no sabéis lo que estáis pidiendo», «No hay dinero para tantos hospitales y hacer uno sería abrir el melón¿» (Hay seis plataformas en la comunidad que reivindican equipamientos sanitarios comarcales), «Si hay un problema sanitario tenéis que plantear el problema y decir cuál es la solución». Las respuestas a estos planteamientos son bien sencillas: la carencia de médicos no es un mal que afecte sólo a León, cierto, pero si la Junta se plantease incentivar más a nuestros facultativos y pagarles la hora de guardia al menos igual que lo hacen las autonomías limítrofes, recortando a la vez el dinero invertido en concertar camas con centros privados, quizás la cosa mejoraría; la necesidad de un equipamiento sanitario con servicio de urgencias, de hospitalización para enfermos crónicos y quirófanos para operaciones sencillas o medias es ineludible para los más de setenta mil habitantes de estas comarcas, dispersos y envejecidos, se llame hospital o como quieran llamarlo, y sin debatir la ubicación, primero conseguir el equipamiento, después los técnicos ya decidirán la ubicación más óptima; la facultad de medicina en la Universidad de León y el Hospital Universitario también ayudarían mucho, por no hablar de la recomendación de la OMS de que se tienda a que ningún ciudadano esté a más de media hora de un servicio de urgencias. Esto es lo que piensa la mayoría de la población y de profesionales de la medicina y la sanidad en León, no así los políticos leoneses del partido popular, aunque me quedo con tres frases dichas por alguno de ellos y que no coinciden exactamente con los postulados de Valladolid: «La provincia necesita tener tres áreas sanitarias», «he estado peleando por el Hospital Comarcal durante veinte años sin éxito» y «los alcaldes de Astorga y La Bañeza deberían de tener un papel mucho más relevante en la reivindicación del Hospital Comarcal». Las excusas y objeciones a proveer y gestionar en beneficio de los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos y nuestra seguridad social solamente sirven para que lleguemos a una conclusión: la mayoría absoluta del partido popular en el gobierno de Valladolid es absolutamente perniciosa y dañina para los intereses de los ciudadanos leoneses porque disponen de un poder sin obstáculo para decir no a todas y cada una de las justas reclamaciones de los ciudadanos de esta tierra. Solamente los políticos apoltronados y que han conseguido su sillón sin esfuerzo y sin demasiados méritos son los que justifican esas continuas negativas de la Junta para con León. Para finalizar esta personal y particular crónica del día de la provincia quiero mencionar un comentario que surgió entre los miembros del colectivo leonesista: «Es mejor que seamos respetuosos, educados y amables si queremos que nos escuchen y si queremos conseguir algo de lo que reivindicamos». No sé muchas cosas, dada mi ignorancia, pero tantos años de «leonesismo amable» y domesticado para tan magros resultados y siempre con el no como respuesta quizá no es el camino, quizá León necesita otra cosa

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