Voto inmigrante y reciprocidad Renver

LA VICEPRESIDENTA Fernández de la Vega anunció en la Comisión Constitucional del Congreso que, para cumplir el compromiso del Ejecutivo de permitir que los extranjeros voten en los comicios municipales españoles, se nombrará a un embajador en misión especial para negociar con distintos países extranjeros acuerdos de reciprocidad electoral. En efecto, el problema de aquella decisión reside en que la Constitución obliga a que haya reciprocidad, es decir, que tal derecho sólo alcanzará a los ciudadanos de aquellos países en que los españoles también puedan votar (actualmente, Colombia, Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela). Se trata, y esa es la misión del embajador que se va a nombrar próximamente, de que en los países de origen de significativos colectivos de inmigrantes en nuestro país con los que no exista todavía tal acuerdo -como Ecuador, Brasil, Guatemala, República Dominicana, India, Argelia o Pakistán-, lleguen a aceptarlo. LA NOTICIA es, a priori, esperanzadora:científicos de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, han desarrollado un fármaco conocido como «renver» que puede detener la progresión del Alzheimer. Las pruebas del medicamento en 321 pacientes con una afectación de leve a moderada mostraron una diferencia de un 81% en la tasa de deterioro mental en comparación con los pacientes de la muestra de referencia que ingirieron un placebo. La noticia incluye información sobre las dosis más eficaces y sobre los experimentos que se emprenderán para averiguar si el fármaco puede o no utilizarse con carácter preventivo... Pero no se dice dónde se puede adquirir este maravilloso producto. Evidentemente, el «renver» no se vende todavía. En el mejor de los casos, las autoridades sanitarias, tras minuciosos ensayos, permitirán su comercialización dentro de varios años. Pero la frustración de los actuales enfermos es comprensible. Si el proceso ha de ser éste, ¿por qué no silenciar los descubrimientos hasta que estén en las farmacias? Sólo así se evitaría crear falsas y dolorosas expectativas.