LETRA PEQUEÑA
Radares
LOS RADARES FIJOS en nuestras carreteras se habrían instalado con un primordial fin recaudatorio y no para reducir la siniestralidad. En efecto, de los 516 puntos donde se han ubicado estos artilugios, sólo el 26,9% son puntos negros de la red vial; el resto de radares (73,1%) se ha situado en lugares de mínima o nula siniestralidad. Es absurdo que los controles de velocidad no contribuyan a remediar esta situación. Esta conducta sospechosa de la DGT, secundada con frecuencia por los ayuntamientos, deja en el aire la inquietante cuestión de cuál es verdadero objetivo de la vigilancia del tráfico, la reducción de la siniestralidad o la recaudación de una jugosa exacción a los conductores.