EL CORRO
Marear la perdiz
ANTES DE QUE las Cortes de Castilla y León despertaran de su letargo estival y fijaran las primeras comparecencias parlamentarias solicitadas sobre el caso de los huertos solares, la Junta anunció hace una semana la de la Consejera de Hacienda para informar, en este caso motu proprio, sobre la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. En las actuales circunstancias es inevitable pensar que la iniciativa de la Consejera Del Olmo algo tiene de maniobra de distracción para desviar la atención del escándalo de la solar. De otra forma no se entiende, ya que durante todo el verano no se ha producido novedad en el frente de la financiación autonómica. La negociación como tal ni siquiera se ha iniciado. El Gobierno no ha movido pieza desde que su propuesta inicial fuera rechazada de forma unánime por todas las comunidades autónomas, tanto las ricas como las pobres . Desde entonces el vicepresidente Solbes ha seguido dando vueltas al sudoku intentando dar con alguna fórmula mágica que contente a todos, lo cual resulta harto difícil si no es aumentando el tamaño global de la tarta repartir, cosa que en principio estaba descartada. En tanto no haya una nueva propuesta sobre la mesa, debatir en el Parlamento sobre financiación autonómica equivale a debatir sobre la nada, máxime cuando existe sobre el particular una posición de fondo compartida entre la Junta y la oposición socialista. Lo más que puede pasar es que esa posición se resienta si, como es previsible, ambas partes dedican esa sesión a lanzarse reproches. El PP presumiendo que el gobierno Zapatero acabará cediendo a las presiones catalanas y los socialistas contraatacando por el flanco que los populares dejaron abierto en su cumbre de San Millán de la Cogolla, donde se vio negro sobre blanco que la posición global del partido esta más escorada hacia los intereses de Valencia y Madrid que a los de Castilla y León. Así las cosas, pienso que, a la vuelta de las vacaciones, hubiera sido más productivo que la Consejera de Hacienda hubiera tenido a bien adelantar sus planteamientos sobre los Presupuestos de la Comunidad para 2009, que, calendario en mano, tendrán que ser presentados al Parlamento en el escenario del actual modelo de financiación autonómica. ¿Qué previsiones de crecimiento presupuestario maneja la Junta para el próximo año? ¿En qué cuantía piensa recurrir a la deuda publica para sostener los ingresos en una coyuntura de caída de la recaudación? ¿Cómo piensa enfocar la inversión publica en esta etapa de crisis? ¿En qué medida se plantea recurrir a las inversiones extrapresupuestarias financiadas mediante el llamado método alemán ? ¿Cuáles serán sus prioridades en materia de infraestructuras una vez concluida la autovía Valladolid-Segovia? ¿Cómo se va a dotar finalmente el Plan de Convergencia Interior previsto en el Estatuto de autonomía? Y por supuesto: ¿Cómo se va a encajar en el nuevo Presupuesto el paquete de medidas de choque contra la crisis aprobado el pasado mes de mayo y de cuyos resultados no se ha tenido prácticamente desde entonces? Creo yo que todo eso sería bastante más provechoso que marear ahora tan gratuitamente la perdiz de la financiación autonómica.