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TRIBUNA

¿Hacia una «balcanización» de los aeropuertos?

Publicado por
JESÚS LÓPEZ MEDEL
León

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AENA es una entidad pública nacida hace ya años, en la otra etapa socialista, consecuencia de la «nacionalización» de los organismos oficiales «Aeropuertos Españoles» y «Navegación Aérea». El primero, dedicado a la gestión de los aeropuertos, y el segundo, para la seguridad y control aéreos. En el anterior régimen, ambas funciones estuvieron adscritas a la Subsecretaría de Aviación Civil, dentro del Ministerio del Aire, pero funcionaban con gran independencia técnica, y especializada. Por ejemplo, existía un Registro Administrativo de Aeronaves, que actuaba como «registro de matrícula», tanto para las aeronaves militares, como para las civiles, de tal manera que la inscripción en aquel registro era la base para la inscripción en los Registros Mercantiles, dentro de la Sección de Aeronaves, y por tanto, núcleo de seguridad jurídica, para los negocios y transmisiones, arrendamientos, crédito financiero, etcétera. Un miembro del Cuerpo Jurídico del Aire, era responsable, y tuvimos nosotros el honor y responsabilidad de llevar su Jefatura durante algún tiempo. Digo esto para orientar el tema que Ángel Laso D'Olom ha llamado «aeropuertos para todos». No en el sentido en que el Código de Justicia Militar de 1945, prácticamente recién acabada la II Guerra Mundial, hacía de todos los aeropuertos, como asunción de competencias técnicas de la jurisdicción militar, en razón del lugar. Naturalmente, esa jurisdicción castrense del territorio aeronáutico no podía olvidar su origen en la aviación militar, pero desapareció hace tiempo. Incluso no pocos aeródromos militares que se hicieron aptos para el tráfico civil, fueron desapareciendo como tales. Nosotros estuvimos presentes cuando se cerró la Base Militar Aérea de Reus, que fue un gran acontecimiento, por su tradición aeronáutica y militar. También lo hizo la de Gerona. Ahora bien, al discutirse el Estatuto Cataluña, ya surgió la «semilla» de desbloquear la competencia exclusiva del Estado sobre los aeropuertos (art. 149), sin distinción, llegándose a situar los aeropuertos -antes aeródromos- de Reus y Gerona, como cesión de gestión por la Generalitat. Y, además, el del Prat de Barcelona. Este último tema quedó en tablas. Pero se ha vuelto a replantear a raíz de un acuerdo veraniego del Consejo de Ministros, hablándose -no se han publicado los términos precisos- de la cesión de un 30%, en la explotación, para Barajas y el Prat. Pese a que ambos, de una u otra manera, tienen una conexión técnica, con la que pudiera ser de utilización conjunta, como ocurre con la que fue Base Hispanoamericana de Zaragoza. Otros, como los de Canarias, Pamplona, Zaragoza, León, Valladolid, Santiago, Teruel, Burgos, Sevilla, Albacete, etcétera. se llamarán a la parte respecto de una posible gestión privada. Ahora bien, ¿y qué habrá de suceder con el resto de aeropuertos, que no sean de Cataluña y de Madrid?. ¿Habrá «café para todos»?. ¿Y los canarios?. ¿Y aquellos otros cuya explotación sea deficiente?. ¿Cómo encontrar la solidaridad? La Ceoe piensa que se podría ir contra la unidad de mercado, como principio dominante, en la Unión Europea, si cada autonomía pone en marcha la gestión de «su» aeropuerto. Porque, además, estamos al borde de mezclar los «intereses» y las «competencias», que tienen un carácter muy peculiar. Por la razón de que el espacio aéreo no se puede trocear, como las parcelas o los compartimentos estancos. Cada autonomía estaría tentada de regular la gestión y la navegación, y aun en el borrador de algún proyecto de Estatuto de Autonomía, se aspiraba a una normativa sobre el espacio aéreo, si se trata, además, de buscar la máxima rentabilidad al modelo privatizador. El cual, por cierto, está fracasando en Inglaterra. (Ferrovial sufre las consecuencias). El tema es bastante más delicado, como tal «cesión» socialista fácil al autonomismo: crear un problema donde no lo hay, pero también que broten posibles 17 «nudos» que habrá que desatar, sin haberlos estudiado con racionalidad. Bastantes «nudos» se han producido también y se producirán con la regulación de las cuencas hidrográficas, cuya experiencia no debiera olvidarse. De ahí mi pregunta: ¿no nos estaremos acercando a una «balcanización» de los aeropuertos españoles?. Los riesgos en el tráfico y explotación aeronáutica son imprevisibles. P.D. del autor: Este artículo ha sido escrito con anterioridad al trágico accidente aéreo de Barajas del día 20-8-2008, y por tanto no entra en valorar sus causas, procedimientos y responsabilidades.