CANTO RODADO
León oye
ACABA de llegar a mis manos el último número de la revista León oye, en la que se recogen experiencias educativas con la población sorda, además de temas de actualidad como la accesibilidad de la ciudad para las personas con déficit auditivo o el programa de la Lengua Española de Signos como asignatura optativa en el colegio público Río Piles de Gijón. La revista es una pequeña ventana al mundo de la sordera y al trabajo que realiza el Equipo específico de Deficiencia Auditiva de León, un servicio que está a disposición de los centros educativos de la provincia para apoyar la integración de las personas sordas en la escuela, desde los tres años hasta el bachillerato. Su labor es tan callada que apenas sale a la luz pública, pero el trabajo que realizan tiene una gran trascedencia para la vida de los niños y las niñas que viven sin sonidos. La pequeña Valeria, Pilar, una adolescente inquieta y luchadora, y Carmen, que compatibiliza sus estudios de 4º de ESO en el Centro de Personas Adultas con el trabajo en la empresa Sorles, son las protagonistas de las experiencias destacadas del último curso. Es un placer leer sus testimonios, los de sus familias y profesorado. Y una auténtica lección acerca del esfuerzo que todas estas personas, en conjunto, codo con codo, invierten para superar y ayudar a superar los límites del mundo oyente-hablante. Se merecen, y mucho, que León las oiga, las escuche atentamente para conocer sus necesidades y aprender de ese mundo de silencio. (Hay tanto ruído insano en este mundo oyente-hablante...) Me alegra saber, al cierre de esta semana agitada, que Pilar va a ver cumplido su deseo de disfrutar de un estreno de cine accesible para personas sordas en León. La Fundación Orange y Caja España van a facilitar la sesión a finales de octubre. Pilar ha tenido mucho que ver en este logro. Fue ella quien reclamó, a través de este periódico y de León oye, la implicación local en la novedosa experiencia. Por suerte, hay un León que oye. Felicidades.