Dobra Ibai

EL VALLE de Sajambre acumula valores, tanto los relacionados con su espléndida naturaleza, con esos bosques monumentales en las fuentes del Sella, como los humanistas, caso de la escuela museo Félix de Martino, en Soto, prodigio de material didáctico del siglo pasado, y sus recientes Primorias. Además, un niño de Vegabaño, de nombre Dobra I bai, de Dobra -el arroyo que allí nace- e Ibai -río, en cántabro-, se ha hecho famoso. El chavalín, nacido el 27 de diciembre de 2006, tiene por progenitores a Julián Morante, experto guía de montaña y concejal conflictivo por su propuesta de que Sajambre se incorporase al Principado de Asturias, a la vista del abandono que el valle padece por la administración de Castilla y León, y Nuria Ibáñez, máxima conocedora de los hongos que se crían en Picos y afamada cocinera de lentejadas y carnes guisadas. El chavalín, de enorme agilidad, es el niño que vive a mayor altitud de España, a mil cuatrocientos metros de cota, realidad que ha motivado que sea nombrado hijo adoptivo del Dalai Lama y los monasterios del Tibet. Una túnica roja con yaks, yetis y diosecillos y un par de molinillos de oraciones han llegado al refugio de Vegabaño desde el Potala de Lhassa, para vestir al niño de la montaña ibérica. Dobra Ibai aún no sabe decir su nombre ni edad, pero nombra a varios seres vivos con palabras latinas, caso de Gyps, el buitre, Parus, el carbonero, o Boletus, el hongo. Le encanta revolcarse en el prado al estilo de las yeguas de la majada. Como el hombre de Neandertal, utiliza grandes palos de palanca para voltear piedras descomunales, e imita los hábitos del lobo y del corzo, al primero ululando al atardecer y, al segundo, corriendo en ocho como cuando el macho encelado persigue a la corza. En la fiesta de Primorias, se unió al equipo de los solteros en el concurso de tirasoga, ganando a los casados, a pesar de que estos últimos pesaban más y habían engullido más emp anada. Dobra Ibai es el nuevo mito sajambriego.