Fuegos de artificio

ESTÁN emplazados a dialogar en busca de acuerdos para combatir la crisis económica, pero en el fondo no tienen ninguna confianza en alcanzarlos; es más, se sospecha que tampoco tienen el menor deseo de ello. Me refiero al juego que se traen Zapatero y Rajoy sobre su tan traída y llevada próxima entrevista en La Moncloa. En realidad, ninguno de ellos quiere aparecer ante la opinión pública como el responsable de ese desacuerdo. Con la que está cayendo cada vez más cerca -ahí tenemos lo ocurrido en Alemania- sería muy deseable que el Gobierno y la Oposición expresaran conjuntamente su confianza en el sistema financiero español. Pero no parece que el acuerdo se extienda mucho más allá, sencillamente porque, para ser efectivo, un eventual pacto político contra la crisis tendría que plasmarse en los Presupuestos Generales del Estado. Y es aquí donde está todo el pescado vendido. El acuerdo en torno a dichos Presupuestos es imposible una vez que el PP los ha calificado poco menos que de catastróficos. Tendría que retirarlos el Gobierno y avenirse a pactar con el PP un nuevo proyecto presupuestario, hipótesis completamente descartada, máxime cuando los socialistas disponen ya de otros apoyos parlamentarios para sacarlos adelante. Sin concertar los Presupuestos, la posibilidad de un pacto de Estado contra la crisis se desvanece, algo que en el fondo ni el PP ni el PSOE lamentarán. Rajoy podrá seguir utilizando el deterioro de la situación económica para cargar contra Zapatero y éste, sin la atadura de ese pacto, continuará aguantando el aguacero confiado en que algún día escampará. A la espera de que Zapatero y Rajoy escenifiquen su desacuerdo, Juan Vicente Herrera recibía la pasada semana a Óscar López, el nuevo responsable del PSOE en Castilla y León, quién previamente había manifestado su disposición a alcanzar acuerdos para combatir la crisis en el ámbito autonómico. La respuesta del presidente de la Junta era ofrecer la negociación no de uno, sino de cinco pactos, el primero de ellos sobre los Presupuestos de la Comunidad para el 2009. Ese eventual pacto presupuestario en Castilla y León puede darse por descartado de antemano, toda vez que López ha condicionado el respaldo socialista a los Presupuestos de la Comunidad al apoyo del PP a los Presupuestos del Estado. En consecuencia, no habiendo acuerdo en Madrid, tampoco lo habrá aquí. Otros dos de los pactos ofrecidos por Herrera, los referentes a las infraestructuras estatales y al Plan de Convergencia Interior, penden por completo de los Presupuestos de ambas administraciones. Y otro más, el relativo a la financiación autonómica, no se sabe a cuento de qué viene, ya que existe pleno acuerdo entre ambos partidos en Castilla y León sobre las posiciones a defender en la negociación del nuevo modelo. Completa el paquete de ofertas el pacto sobre el sistema financiero regional, o sea, sobre el futuro de las Cajas de Ahorro, que es en realidad el único en el que la Junta tiene verdadero interés. Por razón de pura necesidad: sin el concurso del PSOE no podrá sacar adelante la hoja de ruta que conduce a la fusión de las Cajas. Todo lo demás son fuegos de artificio.