La cultura, a palos

EXISTE una definición de la cultura que no viene en el diccionario: lo que tendría el carnicero si fuera cirujano. En el año y medio que el equipo de gobierno PSOE-UPL lleva gobernando nuestra ciudad, del balance de su gestión en el ámbito cultural y patrimonial se deduce que mejor todos carniceros. Los primeros presupuestos que han elaborado los socialistas con sus socios de la UPL -los de año en curso- han puesto de manifiesto el escaso interés por poner a disposición de la sociedad leonesa una oferta cultural de calidad a lo largo del año. Nuestro Auditorio ha sufrido un drástico recorte de fondos para sus actividades musicales lo cual ha repercutido, sin duda, en la programación de la actual temporada, por mucho que desde la Concejalía de Cultura se afirme que, a pesar de contar este año con un 33% menos de presupuesto, no se ha notado ni en la calidad ni en la cantidad de actuaciones previstas. Desde luego, la concejala ha debido de revivir el milagro de la multiplicación de los panes y los peces porque de otra manera no se entiende que, con 500.000 euros menos, se pueda igualar la programación de años anteriores. Por cierto, que la Orquesta «Odón Alonso» no toca este año en el Auditorio porque, a pesar de tener preparado un ciclo de nueve conciertos, nadie contó con ellos al no haber fondos para pagarles. Está claro que esta orquesta está condenada a desaparecer. Precisamente, el Auditorio debería ser el buque insignia de la actividad musical y escénica de nuestra ciudad y contar en estos momentos con el máximo apoyo de su responsable, el Ayuntamiento de León con su alcalde a la cabeza, teniendo en cuenta además que el Ministerio de Cultura se va a hacer cargo del otro espacio escénico de nuestra ciudad, el Teatro Emperador, en cuya programación- sin duda destinada a un público más minoritario- nuestra ciudad poco o nada va a poder influir. También se ha arrancado de manos de los leoneses el uso cultural del edificio del antiguo consistorio en la plaza de San Marcelo para convertirlo en oficinas. Su rehabilitación se hizo con el fin de que albergara el tan demandado museo de nuestra ciudad, en el que el visitante pudiera recorrer la historia de León desde sus orígenes romanos hasta la actualidad, a la vez que se planteaban espacios para exposiciones temporales y conferencias. Pues bien, todo el esfuerzo del anterior equipo de gobierno del Partido Popular no ha servido para nada porque, nuestro alcalde, de forma unilateral ha decidido convertirlo en despachos, eso sí de lujo, como los que ya ocupan el concejal de cultura leonesa en el palacio Don Gutierre o el que próximamente ocupará el vicealcalde en el palacio del Conde Luna. Otra oportunidad perdida. Mientras tanto, la UPL permanece en silencio. No hemos oído ninguna declaración del portavoz leonesista ni en contra del recorte de fondos para el Auditorio, ni en contra de la desaparición de la Odón Alonso ni en contra de la aniquilación del museo de la ciudad. ¿No se trata del Auditorio Ciudad de León, de la orquesta Ciudad de León o del Museo de la ciudad de León?. A lo mejor es que los «defensores de lo leonés» consideran que promocionar lo nuestro es gastarse 13.000 euros es un Campeonato de Lucha de Brazo, ¿verdad, señor Pardo?. No son de extrañar las miradas prehomicidas de la concejala de Cultura a su socio de gobierno pues mientras su departamento sufre otro recorte de 458.000 euros para pagar al Consorcio del Aeropuerto, la concejalía que él dirige goza de una estupenda salud económica. Tampoco hemos oído a los leonesistas criticar el colapso que sufre el llamado León Romano, una ruta que permanece cerrada y oculta a pesar de que los expertos consideren, por ejemplo, intolerable que la cripta de Puerta Obispo -que muestra parte de las termas que tuvo la ciudad- permanezca oculta al público cuando recibió 30.000 visitas en el primer mes que estuvo abierta. La Casona de Puerta Castillo, en el entorno de la Plaza del espolón y actualmente en obras, debería albergar un centro de interpretación de la citada ruta, según se recorre en el convenio firmado entre la Junta de Castilla y León -promotora del proyecto- y el equipo de gobierno municipal del Partido Popular. Este compromiso lo recogió también el PSOE en su programa, aunque siempre cabe la posibilidad de que la Casona, en vez de albergar un centro de estudios arqueológicos, acabe convertida en el despacho del Concejal de Urbanismo. Esperemos que de una vez por todas se ponga en marcha este proyecto que, después de ser criticado ferozmente por la Concejala de Cultura, ahora se intenta recuperar sin haberse modificado una línea respecto al previsto por el equipo de gobierno del Partido Popular. En cuanto a la muralla, una cosa es cierta: en el Consejo de Ministros del año 2004 celebrado por el presidente del Gobierno en nuestra ciudad se prometieron medio millón de euros para su conservación. Pues bien, en los presupuestos del Ministerio para este año no se recoge nada para la muralla de León. Por último, quiero destacar un hecho que, a mi juicio, no puede ser más esclarecedor sobre la senda iniciada por los que gobiernan mi ciudad: Al programa de animación a la lectura, destinado a los niños y jóvenes, se le ha dotado este año con 10.000 euros donde antes había cuatro veces más ¡y eso que León aspira a convertirse en centro de referencia de la literatura infantil y juvenil a través de la feria Leer León!. Tampoco hay reserva de fondos para nuevas bibliotecas municipales o para el acondicionamiento de locales de las ya existentes. Ni un solo euro ha habido en este año 2008 para inversiones en el capítulo destinado a cultura. La escultura de la Vieja Negrilla sigue esperando desde hace dos meses poder volver a la Plaza de Sa nto Domingo y su autor a que el Ayuntamiento solucione los «problemas burocráticos» para poder pagarle. La estatua del Rey Ordoño del maestro Muñiz Alique también espera en el taller para ser terminada y fundida a expensas de que se le pague.