Ante el noveno centenario de Alfonso VI

HACE unos días, publicaba aquí un artículo mío sobre Guzmán el Bueno. Destacaba entonces la falta de planes para conmemorar dignamente el 7.º centenario de la muerte del citado personaje. Hoy traigo a esta Tribuna un nuevo personaje leonés de excepcional importancia, tanto leonesa como española. Me refiero a Alfonso VI. Un pequeño recorrido por su biografía nos sacará de dudas. Alfonso VI nació el año 1032. No se sabe con exactitud el lugar del nacimiento, pero los cronistas creen que nació en la ciudad de León. Era hijo de los Reyes de León doña Sancha y Fernando I. En orden cronológico de nacimiento fue el cuarto hijo de cinco hermanos. Alfonso VI fue ungido como Rey de León el año 1065 a los 33 años de edad. Desde un principio tuvo que sufrir la persecución de su hermano Sancho II de Castilla, que quería apoderarse de León y unificar el Imperio bajo la hegemonía de Castilla. Después de una serie de vicisitudes, Sancho II muere en el intento a las puertas de Zamora y Alfonso VI recupera su Corona y de paso la de Castilla Alfonso VI fue un gran guerrero. Aprovechó el momento oportuno para reconquistar la capital imperial de la Hispania Visigoda, Toledo. Era el día 25 de agosto del año 1085. La conquista de Toledo era el sueño más deseado por todos los Reyes desde el inicio de la Reconquista. Un monarca leonés lo hizo realidad. Desde ese momento, Alfonso VI comienza a ser titulado Emperador de España Unificados todos los territorios que habían formado parte del Reino de León con el Reino de Toledo, Alfonso VI se dedicó a reorganizar todo el territorio, que ya tenía un tamaño más que respetable. Alfonso VI comenzó a publicar nuevas leyes de gran utilidad para cortar los abusos que padecían los ciudadanos a manos de la nobleza. Potenció el Camino de Santiago, mandando construir puentes y hospitales por todo el Camino desde Logroño hasta Santiago de Compostela para ayuda de los peregrinos; eliminó los impuestos que los peregrinos debían pagar... Tal vez, sin todas estas mejoras el Camino de Santiago, el más importante vínculo de unión de toda Europa en la Edad Media, habría caído en el olvido. Construyó el Hospicio de León al lado de la Catedral para socorro de enfermos, pobres y peregrinos. Un hecho muy peculiar fue el cambio del rito litúrgico gótico-mozárabe, que se utilizaba desde el inicio del cristianismo, por el latino. Otro de los grandes e importantes sucesos del reinado de Alfonso VI fue la entrada de los cluniacenses en el Reino. Gracias a ellos hubo una verdadera invasión de maestros y profesores de todas las ramas del saber en el Reino, en especial la Ciencia y el Arte, Religión, Economía, Arquitectura, Política, etcétera. La réplica de Cluny en el Reino de León fue Sahagún. Alfonso VI fue un Rey con una visión política de amplios horizontes al buscar relaciones con Europa. Él mismo estuvo casado con varias mujeres europeas. También tuvo una gran visión de unidad de toda España. Por eso, al quedar viuda su hija y sucesora, doña Urraca, que había estado casada con el noble francés Raimundo de Borgoña, le pidió que se casara con Alfonso I de Aragón con el fin de unificar ambos Reinos. Un acto que se repitió 400 años más tarde con Isabel y Fernando. La operación estaba magníficamente planificada por Alfonso VI para unificar ambos Reinos, pero los resultados no fueron positivos por la ambición del monarca aragonés que quiso reinar en solitario, ninguneando a la Reina de León y Emperadora de España. Alfonso VI murió el día 1 de julio de 1109 a los 72 años de edad y 43 de reinado. Sus restos fueron enterrados en Sahagún por deseo expreso del Monarca. Así pues, el próximo año 2009 se cumplen 900 años de su muerte. Alfonso VI está considerado como uno de los personajes más importantes de toda la Reconquista. Así lo declaran la mayor parte de los historiadores. Claro, que por el hecho de ser leonés, ha sido vilmente tratado por los cantos de gesta y leyendas castellanas dedicadas a Sancho II y al Cid Campeador. A pesar de que Alfonso VI ha sido un personaje fascinante no conozco que se haya planificado nada por las autoridades municipales y provinciales de León para conmemorar como se merece a uno de los leoneses más importantes que hemos tenido. Parece ser que en Sahagún sí está planificando algún acto interesante. Pero, donde sí los preparan conciencia, es en Toledo, ciudad reconquistada por el monarca leonés. Me alegra que en otras partes se acuerden y homenajeen a nuestros ilustres antepasados. Es curioso, nuestra Historia, nuestros recuerdos más brillantes gustan en todas partes e intentan apropiárselos. La ciudad de Toledo quiso llevarse los restos mortales de Alfonso VI. Por desgracia para ellos, había un testamento del propio Alfonso VI, pidiendo ser enterrado en Sahagún, de lo contrario, se los habrían llevado. Tal como dije días atrás al hablar de Guzmán el Bueno, ¿vamos a dejar en el olvido el 9.º Centenario de la muerte de nuestro ilustre monarca Alfonso VI, mientras otros lo van a recordar con gran dignidad?.