APOLOGÍA DEL BIEN
Los abusadores
LO DIJO BOTÍN. Y la palabra de Botín, tratándose de la gestión de bancos, es una palabra revelada. Botín ha dicho: «Son los bancos los que ha provocado la crisis por sus excesos en la época de las vacas gordas». Greenspan acaba de reconocer ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos que había imperfecciones en el modelo de libre mercado, modelo que él defendió durante 18 años como presidente de la Reserva Federal. Después del reconocimiento de cometer tantos errores, lo que nos extraña a los ciudadanos es que a los gestores que no han hecho sus deberes correctamente, no les pase nada y sigan ahí gestionando el dinero que aporta el Estado. El 20 de noviembre la Casa Blanca llama a veinte países para discutir sobre los mercados financieros y la economía global y, por lo visto, el presidente Zapatero está mosqueado porque no le han invitado y argumenta que debe estar porque España es la octava potencia del mundo. Creo que no tiene tanta importancia que esté o no, porque lo que haría Zapatero allí es decir sí al capitalismo. Hace unos días dijo que había que «refundar el capitalismo». La reunión con países elegidos por la Casa Blanca y que presidirá Bush, el hombre que ha hecho más daño al mundo en los últimos tiempos, pone de manifiesto que no vivimos en democracia, sino en una oligarquía pura y dura. La oligarquía es una forma de gobierno en el que el poder supremo está en manos de unas pocas personas dueñas de las grandes empresas, del dinero y del control de las persones que tiene el poder de los gobiernos. Lo estamos comprobando. ¿Qué hacer entonces en una sociedad enferma, llena de ladrones de cuello blanco, y de los otros, que produce crisis económicas con frecuencia, las cuales sufren los ciudadanos más vulnerables? Lo que hay que hacer es lo que no quieren hacer, es aplicar reglas éticas, tanto al mercado capitalista como a al conjunto de los ciudadanos. Nadie habla de cerrar los paraísos iiscales. Si dicen algunos gobernantes, entre ellos Zapatero, que son inaceptables los salarios que cobran los directivos. Pero tampoco los corrigen. A este modo de comportarse se le llama ceguera discreta, ver sólo lo que conviene. No quisieron ver que se estaba gestando la crisis. Esa reunión no es para beneficiar a los ciudadanos, es para prolongar el abuso. Lo ha dicho Paul Krugman, el nuevo premio Nobel del 2008. Yo también lo digo.