Las nuevas cajas Las entrañas del monstruo

LA INÉDITA «sociedad contractual» que constituirán las cajas de Castilla y León, a fin de unir sus fuerzas sin perder la identidad provincial, contrasta con la resistencia de las catalanas a explorar el camino de la integración, en tanto que las entidades de ahorro andaluzas también sopesan fusionarse con excepción de la de Granada que, al igual que la Vita alavesa, ha decidido no sumarse al proyecto común. Las dificultades para resultar competitivas en un mercado tan exigente y concurrido como el financiero y las particularidades de la crisis actual justifican la búsqueda de vías para asegurar la eficacia y, en algunos casos, la propia supervivencia de las cajas. Un criterio de eficiencia que ha de primar en un contexto tan complejo sobre los intereses de índole política. Por su parte, la aprobación del proyecto de fusión de BBK y Kutxa por sus respectivos consejos de administración inaugura una nueva época para las cajas en Euskadi. EL AVANCE de las indagaciones sobre el austriaco Josef Fritzl ha ido desvelando detalles espeluznantes sobre su capacidad de hacer el mal y la profundidad de su psicología criminal. La confesión ante los fiscales de que también mantuvo encerrada durante años a su madre, hasta que ésta murió sin ver la luz del sol, ha puesto al descubierto los terribles orígenes de tanta monstruosidad y el largo tiempo, décadas completas, de impunidad de que ha disfrutado Fritzl sin que la Justicia, la Policía o su propio entorno albergara en apariencia sospecha alguna sobre el abismo que se escondía tras su perfil de ciudadano común. Los encargados del caso están demostrando una considerable eficacia tanto en la protección y recuperación de las víctimas como en la instrucción del sumario. Pero sólo la definitiva confrontación de Fritzl con la sentencia que reconocerá sus crímenes y el resarcimiento de aquellos que sufrieron su destructivo y malsano poder permitirá asumir el espanto que se revela a cada paso de las investigaciones.