Sí que podemos

FUE EL credo escrito en los documentos fundacionales que marcaron el destino de una nación. Sí que podemos . Hace menos de un mes hablaba con el artista norteamericano Paul Pffeifer acerca de Barack Obama, de hasta qué punto era real y no un simple juego de artificio ideado en algún despacho de Washington. Hablábamos de la teoría de Elías Canetti, según la cual la masa tiene su propia lógica y su propia voluntad y de cómo esta fuerza puede ser capaz de alterar el ritmo de la realidad. Fue susurrado por esclavos y abolicionistas mientras portaban una antorcha hacia la libertad. Sí que podemos. En una sola noche, la del martes, la historia se ha acelerado más que en los últimos veinte años. Y los responsables han sido millones de ciudadanos americanos que no han permitido que la vida les pase por encima sin vivirla, conscientes de que sólo ellos son protagonistas de su historia. Fue el grito de los trabajadores que se organizaron, de las mujeres que lucharon por su voto, del presidente que eligió la luna como nuestra siguiente frontera, del Rey que nos llevó hasta la cima y señaló la Tierra Prometida. Sí que podemos . Las lágrimas de Jesse Jackson revelan el momento único que estaban viviendo todos cuantos celebraban el triunfo de Obama en Chicago. Y es que Estados Unidos se ha convertido en el primer país del mundo en borrar la mancha de su pecado original. Siguiendo a Philip Roth, la población negra norteamericana ha dejado de ser un fantasma y, esta vez sí, el sueño de poner fin a la tiranía que se rubricó en Filadelfia se ha cumplido, y... Sí que podemos a la oportunidad y la prosperidad. Sí que podemos curar este país. Sí que podemos reparar este mundo. Sí que podemos...