Riqueza y libertad

COMENZÓ la cumbre de Washington. Durante unos años parecía que podíamos aspirar a cambiar nuestro papel y dejar interpretar el vasallo del rey de Francia. Estábamos, como Alicia, en el sentido común, mientras que ahora volvemos al sinsentido. Porque, qué quieren, no se entiende muy bien por qué estamos tan agradecidos al refundador del capitalismo cuando acudimos sin derecho a voto. Aunque, visto lo visto, tal vez sea lo mejor. Y es que el artífice de los siete minutos de teoría económica que ha leído Zapatero es el experto José Blanco. Creo que se ha servido de la experiencia de su último viaje a Cuba, ese paraíso del bienestar y la libertad, para articular su discurso. Según don José, el culpable de la crisis financiera es Ronald Reagan. Me gustaría saber cuáles son para el socialista las claves de la riqueza porque se ha demostrado que ni la subvención ni la regulación conducen más que al reparto de miseria. Y, sin embargo, en España parece que regresamos a la peligrosa senda de la lucha de clases.Hace un año, leí un artículo en el que se incidía en el hecho de que las subvenciones habían provocado una peligrosa proletarización de la clase media blanca británica. Parece que el Estado del bienestar no ha hecho más que fomentar la pobreza que deseaba eliminar. La planificación de todo gobierno siempre va en contra de la creación individual, de la voluntad humana, de la libertad. Reagan levantó un país siguiendo una teoría basada en la economía de la oferta es decir, en dar, sin subir impuestos ni fijar salarios o precios. Le fue muy bien. Ya saben lo que le dijo a Carter: Una recesión es cuando tu vecino pierde el trabajo, pero una depresión es cuando pierdes el tuyo. Y la recuperación llega cuando Carter pierde su empleo. En España se destruyen 2.445 al día. Pero estamos en Washington.