AQUÍ Y AHORA
La mosca de la izquierda
NI EN Washington se ha refundado el capitalismo, ni en Rivas Vaciamadrid la unidad de la izquierda. El capitalismo se refunda él solo a cada instante, en cualquier lugar del mundo, con las acciones depredadoras y desaprensivas de la plutocracia, esto es, del poder del dinero, y lo que se hizo el pasado fin de semana en la capital federal de los EE.UU. fue idear el modo de que ese sindiós pueda seguir refundándose automaticamente todos los días, como hasta ahora, sin mayores sobresaltos. Lo de Izquierda Unida, por el contrario, más tiene que ver con la inexistencia de una verdadera fundación original, la de la alianza política a que alude su nombre, que con refundación ninguna: las mismas familias comunistas de siempre peleándose, como siempre, por el control, bien que cada vez más ilusorio, de la izquierda a la izquierda del PSOE, o sea, de la izquierda. Ni de izquierdismo ni de unidad pueden dar los comunistas españoles, tan admirables por otros conceptos, lección alguna, de modo que su indesmayable obcecación en unificar las izquierdas bajo su mando no podía sino acabar siendo letal para esas izquierdas, víctimas, por otra parte, de lo que le es consustacial, la pluralidad, y en consecuencia, la atomización. Derecha sólo hay una, como madre, pues su existencia se corresponde más con el miedo a la pérdida de privilegios o con la voluntad de defenderlos políticamente que con la ideología, pero izquierdas hay muchas, tantas como enfoques de la realidad desde la disposición a mejorarla. Por ello, una Izquierda Unida debería, para serlo y estarlo de veras, estar compuesta sólo de individuos, esto es, por personas y personalidades, por independientes, y representadas en ella todas las corrientes y modalidades del socialismo, del liberalismo (el de verdad), del republicanismo y, por qué no, del anarquismo y del comunismo...de izquierdas. De no intentarlo así, los ciudadanos de izquierda, y aun los de centro-izquierda, seguirán desamparados, sin representación política, pero a ver quien ata esa mosca por el rabo.