APOLOGÍA DEL BIEN
Arquetipos
CÓMO habrá que decirles a los ciudadanos sumisos que los políticos les engañan y ellos les ayudan. Tampoco se como decirles a los políticos, que sean un poco más educados, que hagan el favor de cumplir con su deber, que se sienten en sus escaños y aporten, todos juntos, ideas para prevenir y evitar los desastres. El mal viene de lejos: Los que están en el poder, dicen que todo lo hacen perfecto; los que están en la oposición, dicen lo contrario. El resultado es que ni unos ni otros cumplen con su deber. Lo mínimo que deben hacer es dar buen ejemplo, y ni siquiera hacen eso: los gestos, los tonos, los argumentos que llegan a la sociedad, a través de las televisiones y de la prensa, deprimen a la mayoría. Parece que se quieren comer unos a otros, para salvarnos a todos. ¡Qué cinismo!. Luego decimos que los ciudadanos no tenemos educación, que los adolescentes no obedecen a los Maestros... Hablando de educación y de dar buen ejemplo, no se puedo dejar pasar lo que dijo Bono. Decir que «los de los partidos propios son unos hijos de Puta» y pretender hacernos creer que es una broma, es otra falsedad añadida. Eso no es una broma, es una falta muy grave, y en el contexto en que lo dijo y porque lo dijo, con más motivo. Siento que algunos compañeros de su partido hayan dicho que no se sienten ofendidos. Pero muchos ciudadanos hemos sacado la conclusión correcta: no es la persona adecuada para ese cargo. Hay que saber que el presidente del Parlamento es la tercera autoridad del Estado, por encima de él sólo está el Presidente del Gobierno y el Rey. Padecemos el mal de tantas carencias, que ni siquiera somos capaces de hacernos preguntas elementales y reflexionar un poco sobre ellas. Cuantos se preguntan cada día, ¿ Yo quién soy? ¿ Qué pinto yo aquí, si hago un trabajo para la sociedad, y recibo a cambio un salario miserable? ¿ Por qué, por ejemplo, un tipo por dar patadas a un balón recibe, cien millones de pesetas al mes? ¿ A eso llaman los gobernantes, gobernar bien y vivir en un Estado de Derecho? Somos las personas trabajadoras normales ( enfermeras, médicos, panaderos bomberos, etcétera) las que hacemos que la sociedad funcione y, sin embargo, nos infravaloran para supervalorar a quienes no lo merecen. La sociedad, al carecer de responsabilidad colectiva, se convierte en cómplice de los problemas que padece. Esto le pasa porque funciona atrapada por los arquetipos que le impone el sistema dominante. Para crear masa sólo hace falta imponerle arquetipos culturales y conseguir que la gente los incorpore al inconsciente. El inconsciente no utiliza la inteligencia, utiliza el instinto y esto no nos deja ver. Por eso aceptamos que una minoría viva muy bien a costa de la mayoría que vive muy mal siempre.