¡Vaya belén!
ES LA MUJER de la eterna sonrisa. Belén Fernández, la nueva vicesecretaria del PSOE leonés y alcaldesa de Cabañas Raras parece que nació con ese natural y alegre rictus en el rostro en lugar del berrón del común de los mortales. Es fina, bien preparada y parece poseer el don de la ubicuidad. No es desde luego el arquetipo del político de la boina que suele abundar en el rural berciano y leonés. Tal vez por eso haya sido elegida para capitanear una pretendida catarsis del partido en el Bierzo, que sin embargo hay muchos que se cuestionan dado que los socialistas, bajo la dirección del ahora supuestamente denostado Antonio Canedo, han logrado una cuota de hegemonía electoral prácticamente inédita salvo en Ponferrada.
Con todos esos adornos, sin embargo, Belén Fernández -”y aún bien arropada por arriba-” no lo tendrá sencillo. Primero porque como decía no sé qué famoso lingüista es más fácil la comunicación entre un ingeniero ruandés y otro del Bierzo Bajo que entre este último y un pastor de La Cabrera. Y luego, porque el hecho de que la vicesecretaria haya sido designada por la cúpula no gusta en las clases más humildes del partido y en el aparato. Tal vez Belén, que proviene de un pueblo fundado por pastores -”Cabañas-” pueda aprender rápido ese lenguaje. Si es que le dejan, porque los movimientos en las últimas dos semanas, muchos más a cuenta de sus manifestaciones y al resurgimiento orgulloso del defenestrado grupo municipal ponferradino, no han dejado de ser intensos para pararles los pies a los que, por mucho que presuma la nueva ejecutiva provincial de Paco Fernández, son por ahora poquito más que una minoría.
Reuniones en la sede de la UGT de Ponferrada, corrillos en el Consejo Comarcal del Bierzo y otros encuentros más discretos para organizar un frente en el que no sólo está Canedo de por medio sino bastantes alcaldes y muchos ex militantes, especialmente de Ponferrada que no acaban de vislumbrar la luz al final del túnel. Y entre escaramuza y escaramuza rumores de toda índole. Que José Luis Ramón está jugando el papel de tapado y que está con el sector oficial aparentando justamente lo contrario. Que el presidente del Consejo Comarcal es en realidad un cadáver político por su relación con Canedo y compañía; y hasta que la propia Belén Fernández ya habría avanzado la posibilidad de que pueda ser ella misma la próxima candidata a la anhelada alcaldía de Ponferrada.
El PSOE en la comarca es un divertido hervidero. Todo lo contrario que el PP, donde el último retrato en su sede ponferradina para apoyar a Isabel Carrasco en vísperas del congreso provincial es toda una metáfora de la tristeza y falta de pulso orgánico del Partido Popular comarcano.
Eso sí, en los dos grandes bandos, por muy políticamente incorrecto que parezca, abundan los que hacen buena la última aseveración de Bono entre dientes: «Los más hijoputas, los compañeros de partido». O más finamente, como señalaba Adenauer: «Hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido». Lo que no se puede perder, en ningún caso, es la sonrisa. Si es así, entonces ya has perdido. Y va a haber motivos para perderla.