Esperanza d-™Ors, la Cámara y el Renacimiento
LA RECEPCIÓN por parte de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de León del extraordinario conjunto escultórico realizado por Esperanza d-™Ors, así como la posterior donación del mismo a todos los leoneses, dentro de los actos conmemorativos del centenario de dicha institución, que me honro en presidir, es sin duda uno de los acontecimientos culturales del año, pero también va mucho más allá de lo estrictamente cultural, como me propongo razonar en este artículo. Gran parte de las obras maestras del Renacimiento florentino o romano fueron consecuencia de donaciones de los gremios de comerciantes a sus ciudades, frecuentemente con motivo de la festividad del santo patrono o del aniversario de un acontecimiento relevante. El famoso
de Miguel Ángel fue encargado y donado por la cooperativa de mercaderes de lana. Es decir, los mismos comerciantes italianos que dinamizaron la economía europea estaban contribuyendo al desarrollo de la cultura universal, y además plenamente conscientes de la valía de sus artistas, de quienes se enorgullecían y por cuyos trabajos rivalizaban.
Ahora, siglos después del ejemplo citado, nosotros hemos querido festejar nuestro aniversario con la donación de una obra maestra imperecedera. Ahora, los comerciantes e industriales leoneses, en estos días más unidos que nunca por nuestro deseo de luchar contra una crisis que nos viene impuesta por muy diversas circunstancias, pero también unidos por el trágico suceso que ha golpeado nuestro ser colectivo, con el brutal asesinato de Maite García Flórez, nos sentimos seguidores de aquellos comerciantes del Renacimiento italiano, es decir, nos sentimos honrados por entregar a nuestra amada ciudad una obra de arte, realizada por una escultora cuyas creaciones dialogan con las de los grandes maestros del pasado. Esperanza d-™0rs es una artista de gran prestigio humano y profesional, que ha hecho realidad este prodigio escultórico, que estamos convencidos se convertirá enseguida en una luminosa seña de identidad del polígono de La Lastra, donde ha sido ubicado, además de en un reclamo turístico. Su iluminación vanguardista marca un antes y un después en la escultura en espacios abiertos.
Este mecenazgo de la Cámara ha sido posible llevarlo a cabo gracias a la colaboración de varias instituciones, que cito con gratitud: Ayuntamiento de León, Caja España. Junta de Compensación de la Lastra, y Agelco. De nuevo, queda demostrado que el esfuerzo común permite sacar adelante más y mejores proyectos. Me es grato recalcarlo en unos momentos como los actuales, de incertidumbre económica, que nos exigen ir más allá de lo individual, aunar esfuerzos y tener confianza en nuestras propias capacidades. Mis más sinceras gracias a dichas instituciones. Pero precisamente por lo dicho, porque son momentos difíciles, los comerciantes e industriales de León nos sentimos orgullosos de nuestra donación. Orgullosos, sí, pero más aún honrados y agradecidos.
Esperanza d-™Ors hubo de apartar otros importantes proyectos para centrarse en el nuestro, una interpretación de los cuatro elementos mitológicos: tierra, agua, aire y fuego, que en la antigüedad eran considerados las energías motoras del mundo. Ya nos sentimos unidos a ella y a su obra por entrañables lazos de amistad. La Cámara, junto con los demás patrocinadores, hacemos entrega de estas esculturas, emocionados por la confianza recibida a lo largo de estos cien años, y con el compromiso por nuestra parte de seguir trabajando cada día más y mejor por esta tierra. El comercio y la industria son actividades consustanciales al ser humano, como también lo es la actividad artística. Y Si se me permite expresarlo, también nuestra labor exige cierta forma de arte, en lo que tiene de conocimiento de la psicología del ser humano y de sus necesidades.
Finalmente, deseo hacer en nombre de la Cámara, y en el mío propio, una invitación a la unidad de las instituciones, que viene a ser lo mismo que decir a la unidad de las personas que las integran, para que por encima de las diferencias, discrepancias o errores cometidos sepamos ver que todo aquello que nos une es mucho más que lo que nos Separa. Un mensaje de unidad, en definitiva, que no quiero reducir únicamente a los deseos de buena voluntad que caracterizan las fechas navideñas en las que ya nos adentramos, y sí quiero hacer extensible a todos los días del año. Unidos nuestros logros siempre serán superiores a los que consigamos individualmente, y mucho más en circunstancias adversas.
Muchas gracias a Esperanza d-™Ors por haber creado un conjunto escultórico de esta trascendencia. Muchas gracias a las instituciones y personas que han hecho posible este mecenazgo. Muchas gracias a todos los leoneses por, vuelvo a recalcarlo, honrarnos con su confianza y habernos permitido sentirnos como aquellos comerciantes del Renacimiento, que destinaron una parte de sus beneficios a embellecer sus ciudades, convencidos entonces, como nosotros lo estamos ahora, de que nada universaliza más tu propia tierra que una obra de arte.