Con Mayúscula
NO TODO lo que viene de Internet lo cuelga el diablo. Entre los tesoros de la Red, y además gratuito, está la maravillosa labor de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), a la que usted puede preguntar cualquier duda ortográfica o gramatical y recibir la respuesta en unos minutos. Asombroso. Patrocinada por BBVA, esta iniciativa de la agencia Efe, con respaldo de la Real Academia, es una herramienta de gran utilidad para los carpinteros de la palabra escrita, que somos quienes nos aplastamos los dedos con el martillo, no porque seamos más burros sino porque lo utilizamos más a menudo. En una de sus últimas comunicaciones se nos recuerda que Navidad se escribe así, con mayúscula. Los periodistas solemos mostrarnos reacios hacia este tipo de jerarquía, que, en muchos casos, nos parece el cabo chusquero del protocolo; tal vez, por ciertas mayúsculas inmerecidas, como la que utilizamos en Eta, al tratarse de una organización. En cambio, según explican, Navidades se puede escribir de las dos formas, en Quijote o en Sancho. Pues, sea en singular o en plural, escribamos con sincera reverencia tipográfica estas dos maravillosas palabras: Navidad, Navidades. En estos tiempos donde cada día nos derrumba un espejismo, a veces hasta dos, condecoremos con una mayúscula inicial ese puñado de palabras en las que hallamos cobijo. Eso sí, sin hacer de menos a su versión bajita. No estoy reivindicando volver al periodismo de genuflexión y boato, sino laurear con una humilde mayúscula todo aquello que es realmente importante. Así que, hago caso a la Fundéu, y escribo Navidad con mayúscula. Y también, Navidades. Pero además, propongo renovar el escalafón y escribir, aunque sea por un día: Amor, Perdón, Milagro, Esperanza, Compasión, Humor, y, por supuesto, Mayúscula.