A por los jueces
ÁLVARO CUESTA lo ha dicho alto y claro: el PSOE va a pedir que Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial comparezca en el Parlamento para explicar por qué el órgano de gobierno de los jueces ha calificado de «falta leve» la actuación del juez Tirado. Pero el responsable socialista ha dicho más, porque ha anunciado reformas legislativas para el funcionamiento del propio Consejo General del Poder Judicial. En mi opinión han sido muchas las causas de que el asesino de Mari Luz andara suelto. En primer lugar los responsables políticos. Los del PSOE ahora y antes los del PP, tienen que explicarnos a los ciudadanos por qué no hay un sistema informático que conecte a los juzgados de toda España. En segundo lugar, habría que estudiar si haber transferido las competencias de Justicia a cada autonomía no ha restado eficacia a la Justicia propiamente dicha. En tercer lugar los responsables políticos tienen que explicar por qué faltan jueces, fiscales, funcionarios, en definitiva medios materiales y humanos para que la Justicia sea realmente eficaz. Sí, los dirigentes políticos tienen que explicarnos qué pasa con esos casi dos millones de ejecuciones judiciales que llevan retraso y que pueden provocar que haya otros casos como el de Mari Luz. Y puestos a explicarse los políticos tienen que explicar porqué las penas contra los pederastas son tan leves, aunque ahora se haya propuesto endurecerlas.
Lo fácil, lo verdaderamente fácil es que cuando sucede una desgracia arremeter contra el juez negligente en vez de arremeter contra todo el sistema que falla, del que los políticos son parte importante. El Gobierno ha optado por el camino fácil para aplacar a la opinión pública que no entiende la decisión del CGPJ respecto al juez Tirado.
Si la Justicia no funciona bien, si hay falta de medios humanos y materiales, si hay casi dos millones de sentencias por ejecutar, sino hay un sistema informático que conecte a los juzgados de toda España, si no hay una revisión de las leyes, si todo ésto pasa, la principal responsabilidad no es de los jueces, si no que hay una responsabilidad política que se quiere diluir y enmascarar señalando lo que hacen mal los demás. El Gobierno va a por los jueces, y quiere convertirles en cabeza de turco de problemas estructurales que son responsabilidad política, más allá de que evidentemente hay jueces, como hay fiscales, o secretarios judiciales, que podrían hacer las cosas mucho mejor de lo que las hacen, y desde luego es inadmisible que algunos jueces no muestren más sensibilidad cuando tienen en sus manos casos como el de los pederastas que se pueden convertir en bombas de relojería si se les deja sueltos. En el caso de Mari Luz se han cometido muchos errores, muchos, no sólo el del juez Tirado.