Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

SI CADA niño llega con un pan debajo del brazo, aunque a veces la barra sea de ayer, también cada nuevo año trae en su pañal una sorpresa. Sé que la tentación de improvisar en este momento un chiste fácil y escatológico es grande, incluso enorme, pero no caeré en ella. Un año ha nacido, si nos asomamos a su cunita ¿qué vemos? Una criatura a la que hay que ponerle nombre, engorrosa cuestión que debemos dejar a sus padres, a quienes tanto se mentará a lo largo de estos meses, y no siempre para felicitarles. Lo cierto es que el 2009 ha venido al mundo ya con una ficha policial en la boca, predestinado a ser el Jack el Destripador de nuestros bolsillos, asno coceador del sistema capitalista, que, como todo el mundo sabe, jamás ha coceado a nadie. Pero ¿y si luego no es tan nefasto y apocalíptico? Ya, con tales antecedentes familiares cuesta trabajo imaginar que salga un año de bienes, pero en esto del palo y de la astilla conviene ser prudente. En su primera semana todos los años son guapos y angelicales. Démosle una oportunidad. Nos auguran doce meses caníbales, pero ¿y si el 2009 nos sale bucólico corderillo brincador, incapaz de arruinar a nadie? Nos vaticinan que la peor recesión está por llegar, y es evidente que no van a llover jamones de pata negra, ni siquiera bocadillos de choped, pero también se nos anunció que el cambio de milenio enloquecería a nuestros ordenadores y todo siguió funcionando como antes, es decir, fatal. El 2009 ni siquiera gatea y ya tememos que nos arañe. Vivir nunca ha sido fácil, salvo para Paris Hilton. No hemos nacido de un big bang para rendirnos ante una crisis. Ojalá las personas adecuadas estén en los lugares precisos. Mientras, disfrutemos de la criaturita y hagámosle carantoñas, antes de que entre en la cabrita adolescencia.

tracking