Rescate de intereses

LA TRAMITACIÓN del plan contra la crisis del presidente Barack Obama en el Senado estadounidense no sólo ha reflejado las fuertes reservas y resistencias que mantienen los republicanos e incluso algunos demócratas, compañeros de partido, en definitiva, respecto al mismo. Pero sobre todo este episodio ha desvelado la extraordinaria complejidad de su contenido y la diversidad de intereses políticos y propósitos que, en definitiva, deben conciliarse para que tan extraordinaria dotación presupuestaria pueda finalmente salir adelante, aunque sea con los recortes que se le apliquen para ser votada favorablemente por la cámara norteamericana. Aunque las disyuntivas de fondo son comunes a Estados Unidos y a Europa, respecto a la magnitud que puede alcanzar el déficit, sobre si la prioridad ha de ser el fomento del consumo o la inversión, o en relación al alcance de la participación pública en el sistema financiero.