La cigarra y la hormiga

San Isidro y Fuentes de Invierno son dos estaciones de esquí de la cornisa cantábrica (leonesa la primera, asturiana la segunda) tan sólo separadas por unos metros. En la noche del pasado viernes 23 de enero ambas soportaron vientos de gran fuerza. El sábado 24, a mediodía, el temporal había cesado y con unos amigos, decidí pasear por la zona que nos une (¿o tal vez nos separa?) de nuestros queridos vecinos asturianos. Para nuestra sorpresa, a pesar de lo tranquilo que había quedado el día, San Isidro había sido abandonado por el personal de la Estación (¿tal vez se avecinaba otro temporal?). Sin embargo las previsiones para nuestros vecinos asturianos debían ser más benignas pues los trabajadores de Fuentes de Invierno se afanaban en limpiar el aparcamiento y adecentar la Estación para el domingo. ¿Qué pasaría al día siguiente? Pues, como en el cuento de la cigarra y la hormiga, los asturianos tenían su aparcamiento limpio, su estación abierta y recibían a todos los usuarios (consumidores de sus servicios, al fin y al cabo) que quisieran disfrutar de sus pistas. ¿Qué hacía la cigarra el domingo por la mañana? No podía recibir gente, pues su aparcamiento estaba sin limpiar, y tan sólo ofrecía unos metros de estación en la zona baja donde continuamente fallaban los remontes (casi tan antiguos como las montañas que los rodean). Un grupo de amigos (que tan sólo queríamos esquiar y la diferencia entre las dos ofertas no daba opción a la duda) escogimos el lados asturiano (Fuentes de Invierno). No nos defraudó. En un descanso visitamos su cafetería (comparable a la de cualquier buena estación del Pirineo) y a la hora de pagar… sorpresa: un simple café es un 15 % más barato que si lo tomas en San Isidro. La curiosidad nos llevó a investigar qué nos hacía ser tan diferentes siendo vecinos y preguntamos por la Dirección de la Estación Asturiana. Todo en orden, allí estaban, como no podía ser de otra manera. ¿Y los responsables de San Isidro? En su casa, pues al parecer el temporal los había descargado de trabajo y responsabilidad. Dicen que la Diputación no desea que San Isidro se una a Fuentes de Invierno pues Asturias ganaría con la fusión. ¿Veremos en un futuro a la Diputación de León (cual cigarra) llamando a la puerta de la hormiga (Asturias) para que, por favor la dejen pasar? En una ocasión leímos en la prensa (declaraciones de la presidenta de la Diputación) que la comarca de Lillo podía ser el Valle de Arán de la cordillera cantábrica. Vamos por buen camino pues al menos en el precio de un café ya estamos a la par.