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CRÓNICAS BERCIANAS | CARLOS FIDALGO

La sierra indomable

Ponferrada

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SIETE AÑOS de nieves. Siete años de lluvias, de filtraciones de agua calando la montaña. Es todo lo que ha aguantado el gran talud de la Sierra de la Escrita que tapizaba de hormigón la ladera de un monte al pie de la autovía antes de agrietarse y caer sobre el falso túnel diseñado por los técnicos del Ministerio de Fomento para contener a la naturaleza.

Hablamos del kilómetro 418 de la A-6, un bocado a una sierra indomable que obligó a retirar un millón de metros cúbicos de tierra más de los previstos inicialmente cuando aparecieron las primeras grietas durante las obras, a coser la ladera con anclajes profundos en el hormigón que penetran hasta 40 metros en el interior de la montaña, a idear un falso túnel de dos bocas, y que retrasó diez meses el final del último tramo de la A-6 y aumentó el presupuesto de los 8,7 kilómetros que separan Pereje de Ambasmestas en 27 millones de euros.

Siete años después, el tiempo, la lluvia, la nieve, han demostrado que aquella solución no servía. Y no le podemos echar la culpa a Magdalena Álvarez, la ministra desastre del Gobierno. Al menos no toda, porque la obra se terminó bajo el mandato de Francisco Álvarez Cascos.

El PP gallego, que ha convertido el desplome de la A-6 en un tema de campaña electoral pidiendo la comparecencia de la ministra en el Congreso, ha obviado que su partido estaba al frente del Gobierno y del Ministerio de Fomento cuando los técnicos diseñaron y ejecutaron hace siete años la solución para contener la geología inestable de la sierra que ahora se ha venido abajo. Estamos ante un desplome heredado.

Y es verdad que a la ministra, que estos días aprende en Siberia como hacer frente a los temporales de nieve, le toca ahora reaccionar con más eficacia que hace siete años. Y es cierto que la solución debe ser definitiva, cueste lo que cueste y lleve el tiempo que lleve ejecutarla, porque la Autovía del Noroeste es demasiado importante, para el Bierzo y para Galicia, como para dejar que los plazos, las improvisaciones y el enfrentamiento político condicionen su reapertura. No valen parches, no valen chapuzas.

Y lo mismo debe decirse de los desvíos alternativos por la N-VI. La Subdelegación del Gobierno en León y los responsables provinciales de Tráfico han necesitado casi una semana para anunciar cambios en la señalización, controles de velocidad y restricciones en los transportes especiales en el tramo de carretera nacional que va de Trabadelo a La Portela. Parece demasiado tiempo tratándose de la principal vía de acceso a Galicia, comunidad que siempre vio en la apertura completa de la Autovía del Noroeste uno de los hitos que enterraban el aislamiento tradicional de los gallegos respecto a La Meseta.

Por lo demás, Fomento no lo va a tener fácil para encontrar una solución satisfactoria al problema de los desplomes. No soy ingeniero de Caminos, ni geólogo, ni tengo que encajar las cuentas de ninguna obra pública, pero en vista de lo que está sucediendo, parece claro que debieron hacer menos taludes y más túneles. A la montaña no le escocerían tanto las cicatrices.