Una situación vergonzosa

Mi intención, al menos en este caso, no es criticar a la sanidad pública en general, pero sí en lo que atañe a un caso concreto en particular, que probablemente se repite con demasiada frecuencia. Es muy lamentable que en el Centro de Salud de Benavides de Órbigo, en el momento que falta la pediatra titular, profesional donde las haya, como he recalcado en alguna ocasión, los problemas vengan como por arte de magia. Curiosamente esto se repite más de una vez y ahora concretamente pensamos que ya es lo máximo. No se puede concebir ni tampoco consentir que a los niños que, lógicamente los llevamos a consulta no por gusto sino por pura necesidad y con la intención de que los curen, la pediatra sustituta, con todos los informes a su alcance, no ausculte a los pequeños en condiciones dedicándoles el tiempo que sea necesario dándose incluso el caso de no acertar lo más mínimo con la enfermedad del paciente, teniendo que buscar, como ha sido nuestro caso, la solución por otro camino, una consulta privada, que ya tiene delito la cosa, pagar por un lado la Seguridad Social obligatoria, para algunos, claro, porque hay quien no cotiza y tiene los mismos derechos, con el consiguiente gasto de consulta y medicamentos, aunque en estos casos tenemos muy claro que por encima de todo lo que importa es la salud. Después si le dices a la buena señora algo sobre el tema, sale por peteneras y no se atiende a razones, porque como no tiene argumentos para rebatir… Así que, en vista de esto, estamos deseando a toda costa que nuestra querida pediatra titular se restablezca lo antes posible, primero naturalmente por ella, y después por todos sus pacientes, y junto con su ayudante, también titular, que forman un buen equipo, pronto vuelvan a trabajar juntas y será la solución a nuestros problemas. Hasta entonces y por más que nos pese, no nos queda más remedio que buscarnos la vida lo mejor que podamos, porque dudo mucho que alguien ponga cartas en el asunto y arregle esto.