Diario de León

la opinión del lector

Gracias al Monte de San Isidro

Publicado por
Carmen Naveira (León)
León

Creado:

Actualizado:

La vida me ha dado la oportunidad de poder cuidar a mi padre, en lo que han sido sus últimos días y, la suerte y el privilegio, de poder hacerlo en la planta primera izquierda del Hospital Monte San Isidro.He podido afrontar momentos tan especiales gracias al apoyo que recibí de todo el personal de ese hospital. Guardo en mi recuerdo momentos llenos de ternura, humanidad, profesionalidad... que me gustaría compartir con todos, como muestra de agradecimiento y para ofrecer a los leoneses, la esperanza de saber que, a pesar de lo que esta cayendo socialmente, todavía quedan sitios en los que se puede morir con dignidad y buenos cuidados. Mi padre tenía 91 años y vivió hasta el final tal y como quiso vivir: independiente, mandando, cuidando los árboles que tanto amó, tomando sus decisiones, en paz con todos y con Dios. Pudo haber elegido asistencia pública o privada. Determinadas circunstancias nos condujeron a la Sanidad Pública y hemos tenido una excelente experiencia. Todavía veo a Carlos, Paco y al resto de sus compañeros celadores pre-guntando cómo estaba mi padre. Esas miradas, esas bromas... ¿Cómo olvidar a Ester Barrero y a Ramón Ramos, los trabajadores sociales? Siempre al quite, pendientes de todo para resolver cualquier necesidad (por pequeña que fuera) y... su cálida compañía... Mis queridas enfermeras y auxiliares, el tacto y a la vez la firmeza para realizar tareas, en ocasiones, poco agradables. Todo lo necesario para buscar el confort, haciendo de psicólogas cuando una cuelga la bata.Gracias a los doctores Martínez, Herrera, Calderón, con infinita paciencia, siempre dispuestos a re-solver todas esas incertidumbres e inseguridades que se producen a lo largo de la enfermedad. Mención especial al Doctor Guerra. Impecable por su profesionalidad, paz y sentido común. Haciendo equipo con nosotros además de su inestimable respaldo en el domicilio. Mis amigas las doctoras Elvira Fernández, María López Viñas y Carmen Caballero compartieron con nosotros decisiones y experiencias emocionalmente devastadoras. Quizás no podamos devolver a cada uno de ellos (y a muchos otros que, si bien no se mencionan aquí, están en la memoria) lo que han hecho por nosotros estos días, pero tengo claro que en cada acto de ayuda, la mochila se llena para después redistribuirse. Enhorabuena al Sacyl por esos profesionales. Señor Guisasola, cuídelos usted también a ellos, que son los que añaden valor para una asistencia sanitaria de calidad.

tracking