A ESGAYA | EMILIO GANCEDO
No busquéis patrias
ANÉCDOTA VERÍDICA. En una clase de leonés se les preguntaba a los alumnos, para empezar, que por qué querían aprender esta lengua. Uno de ellos dijo, en perfecto castellano: «Porque quiero aprender mi lengua natal».
Ehem. Suficientemente significativo.
Y es que si no tenemos claro una serie de cosas, entonces apaga y vámonos. Si no tenemos claro que el estado de esta lengua en nuestra tierra es delicadísimo y terminal, y que por tanto el quid de la cuestión está en apoyar a los últimos hablantes que quedan en las zonas en las que sí se emplea, sistematizar todo lo que tenemos e impedir que se rompa el nexo generacional, si no conocemos eso, lo dicho pues, cambio y corto. Si no conseguimos que todo el mundo lo sienta como una parte -”mayor o menor-” de un patrimonio cultural compartido, entonces puede decirse que se ha fracasado en el empeño. Y si encima se critica salvajemente a los que quieren echar una mano, entonces la cosa está clara: gente y sogas que cayó una gallina al pozo.
Al buscar patrias y esencialismos se buscan también líderes y ayatolás que las mantengan y defiendan contra enemigos tan inexistentes como necesarios para sustentar el monopolio de los «guardianes de la revolución». Emplear la cultura como arma y como excusa es la mejor manera de disponer a la gente en contra de esa cultura, o por lo menos de que la asimilen a un grupo político en concreto, que es lo último que necesitan lenguas tan deterioradas como lo está hoy el leonés.
No ha de extrañarnos: ese ha sido el manual de instrucciones de los nacionalismos desde hace siglos. Crearse fortines y poner una alambrada alrededor. E imponer un monolitismo cultural y político calcado a ese que durante tantos años ellos mismos denunciaron. Por eso yo digo: la tentación es fuerte en estos días inciertos, pero no, no busquemos patrias. El recurso reiterado tanto a la patria estatal como a la territorial es singularmente pobre. El reto de nuestra generación está en buscar identidades más libres, más flexibles, más ciertas.