La oportunidad

PROCLAMAR que una escuela es tan importante como un gran museo, como hizo esta semana el filósofo Francisco Jarauta, no es fácil en una sociedad que está en riesgo de reducir los colegios a meros centros de preparación de mano de obra, más o menos barata y dócil, y que ha elevado a tótem, lugares de culto, a los grandes edificios de la arquitectura autorreferencial.

No se refiere el filósofo sólo a la escuela, sino a todos los servicios y espacios públicos que sirven para la educación y la cultura, el bienestar, la convivencia y el fomento de la creatividad con el gran potencial que suponen para ésta las nuevas tecnologías. Jarauta reivindicó expresamente invertir más en espacios donde se pueda reconocer la generación joven y supongo que pensaba en algo más que en campos de fútbol.

Introducir esta perspectiva en la política de cada día es el gran reto de las ciudades del siglo XXI, ya que está claro que la barbarie llevada a cabo en los últimos veinte años en las ciudades ha tocado fondo con la crisis que no es sólo económica ni simplemente coyuntural. La gran cascada de la crisis está socavando los pies de barro del gigante sistema capitalista, pero falta que la sociedad despierte y vea la oportunidad que supone esta catarsis.

Salir de la crisis con el viejo modelo productivo parece ya imposible y el modelo incipiente parece requerir, además de nuevas fórmulas productivas, de más cooperación que competición, de más realidad que virtualidad, de más tolerancia y menos fanatismo, de más transparencia y menos pactos oscuros y de más democracia real que representativa.

En Amsterdan están expuestos al público los planes que muestran cómo será la ciudad en el 2025. Aquí nos venden, día tras día, los retales de las ciudades y la provincia al inmediato plazo de lo que dura un titular de prensa, pero sin saber si el resultado será un armonioso patchwork, cosa dudosa con semejantes tejedores, o un disfraz mal hecho, que es lo que hemos heredado junto con el tedioso lamento de lo que pudo haber sido y no fue.