TRIBUNA
Persistiremos en el ¿error?
SÍ ES UN ERROR tener un proyecto de ciudad. Sí es un error que León avance. Sí es un error creer en que hay que cambiar las cosas. Sí es un error intentar sacar al Ayuntamiento de León de la bancarrota económica. Sí es un error pagar a los proveedores. Sí es un error hacer las cosas bien, pensando en los leoneses y no en nosotros, para que todo esto suceda.
El día 27 de mayo del 2007, hace casi dos años, los ciudadanos leoneses nos dieron su confianza en las urnas. Es hora, pues, de hacer balance y de explicar el por qué de algunas de las decisiones que hemos adoptado y el por qué de la política que vamos a seguir aplicando. Teníamos y tenemos un proyecto de ciudad, una ciudad moderna que no pierde el tren de los nuevos tiempos, una ciudad de oportunidades y de desarrollo. Situaciones excepcionales obligan a medidas especiales sean o no entendidas, sean o no compartidas por los de siempre, los de el anquilosamiento.
En estos casi dos años de gobierno municipal hemos puesto las bases de esa ciudad que queremos y lo hemos hecho aún a costa de adoptar decisiones duras para los ciudadanos y ciudadanas de León, para los trabajadores municipales y para nosotros mismo. Pero la situación obligaba a todas y cada una de las decisiones adoptadas y esto lo demuestra el hecho de que nuestra oposición no ha sabido dar ni una sola alternativa a nuestras medidas y aunque critica constantemente -”sin argumentos válidos-” nuestras decisiones no ofrece otras opciones.
Pero no todo han sido decisiones negativas. Nuestro plan de salvación económica ha permitido reducir la deuda que anualmente generaba el Ayuntamiento de León, una deuda que había conducido a la quiebra y la bancarrota al consistorio municipal. Fruto de ese plan de salvación se ha logrado refinanciar la deuda y, en momentos tan duros como el actual, lograr un crédito especial para abonar más de 70 millones de euros a los proveedores del consistorio, proveedores que garantizan el transporte, la electricidad, la calefacción en los colegios, el servicio de teleasistencia, pero también proveedores que garantizan que las tiendas de León, los pequeños comercios, los empresarios locales tengan sus puertas abiertas. 70 millones de euros pagados después de años de demoras y falta de compromiso.
Ahora estamos estudiando la semiexternalización del servicio de Aguas. Es una decisión fácil porque es la única posible. Semiexternalizar Aguas permite ingresar el dinero suficiente para garantizar ese crédito pero también para emprender obras de mejora en una red por la que se escapa más de un 70% del agua sin cobrar, una red que está obsoleta y requiere reparaciones urgentes. Esta medida posibilita, además, garantizar en todo momento el control público del agua y la reversión total al ayuntamiento cuando la situación económica mejore.
Por eso, porque estamos convencidos, seguiremos adelante con este proyecto de ciudad, un proyecto que no gusta a los de las condecoraciones mutuas, a los que siempre han estado en el gobierno del Ayuntamiento y que aún limitan, desde Valladolid, muchas de nuestras opciones de futuro. Por eso, porque a ellos no les gusta persistiremos en lo que para ellos es un error porque es la única vía para sacar adelante a León, para hacer una ciudad con posibilidades.
No les gusta el Palacio de Congresos -”que ya tiene un proyecto definitivo-”, no les gusta la solución al cruce de Michaisa (ellos no lo resolvieron en dos décadas), no les gusta el tranvía concesionado sin coste para el Ayuntamiento, no les gusta que hagamos más de mil viviendas sociales, más de trescientas de alquiler para mayores o jóvenes; no les gusta que atraigamos empresas, no les gusta que promocionemos León en el mundo, no les gusta que solucionemos los cruces de la Ronda (tampoco ellos lo hicieron), no desean que firmemos convenios internacionales, que León sea referencia para estudiantes norteamericanos, no les gusta que en los fondos Zapatero (perdón señores del PP, con los fondos locales) realicemos 41 obras; no les gusta que el Emperador sea un Centro Nacional para el estudio de música, que León cuente con un Centro Estatal de Referencia para la atención a personas mayores, no les gusta nuestro Instituto Nacional de las Telecomunaciones... No les gusta que León tenga un aeropuerto de primera y por eso cerraron la línea que desde él operaba, pero como nosotros queremos volar lucharemos por esa nueva terminal que se está haciendo... Como queremos viajar y que se viaje a León posibilitaremos la llegada rápida del Ave lo que permitirá también eliminar el cruce del Crucero (que les gusta, porque no lo quitaron en décadas).
Invertiremos más de dos millones de euros en rehabilitar viviendas y zonas comunes en Armunia, Trobajo en esos barrios que empezaron a gustarles tras perder las elecciones pero a los que nunca hicieron caso cuando dirigían la política desde el centro, desde Ordoño.
Tampoco les gusta que nuestra universidad crezca o que el parque tecnológico sea tecnológico y no sólo un parque. Se nota que no les gusta. Pero nosotros lucharemos por esas titulaciones que atraigan alumnos y den prestigio a nuestro campus, por esa interrelación universidad-empresa que introduzca en sectores punteros de investigación y empleo. Aunque no lo compartan. Aunque lo rechacen.
En definitiva, no les gusta todo lo que haga progresar a León como han demostrado con su política de veinte años de aislamiento, dejadez, inoperancia y agravio. No les gusta y por eso persistiremos en lo que para ellos es un error y para nosotros un proyecto de ciudad de futuro.