AQUÍ Y AHORA | JOSÉ LUIS GÓMEZ
El error de Carme Chacón
UNA MINISTRA española ha sido corregida y enmendada a la vista de todo el mundo por un secretario general. No es lo más normal ni es muy de recibo, a pesar de que sea el secretario general quien tiene toda la razón. ¿O hay que entender con ello que, al ser Bernardino León el secretario general de la Presidencia del Gobierno, es el propio presidente Zapatero quien descalifica a Carme Chacón por su deficiente gestión de la retirada de las tropas españolas de Kosovo, un país ahora independiente al que España no reconoce. Fiel a su carácter diplomático, León ha reconocido que el Gobierno explicó mal la retirada de Kosovo y añadió que las declaraciones en las que la Casa Blanca expresó su decepción con España «se habrían evitado» si se hubiera actuado de otra forma. El incidente ni le viene bien al Gobierno ni a la propia ministra. Para el Gobierno es un revés importante ante Estados Unidos y otros aliados, que, una vez más, tienen motivos para dudar de España como socio fiable con todas las consecuencias. Y es que Madrid se ha vuelto a comportar más bien como un socio imprevisible, que solo mira a sus asuntos internos. Más de un año después de haber declarado Kosovo su independencia no tiene justificación que España exprese así su conocida incomodidad por la presencia de tropas en un país no reconocido. Tuvo margen de sobra para hacer las cosas bien y comunicarlas en tiempo y forma. También es un revés importante para la ministra Carme Chacón de cara a sus posibilidades de ascenso en el Gobierno, donde algunos la colocan de vicepresidenta, o incluso pensando en sus aspiraciones a la eventual sucesión de Zapatero. Uno y otra encadenan así un lamentable episodio del que ya no se sabe quien sale peor parado. ¿O acaso Carme Chacón, que tampoco informó al Congreso, se fue a Kosovo por su cuenta y riesgo sin que en la Moncloa supieran lo que estaba haciendo allí? El reproche en público de Bernardino León a Carme Chacón también es extrapolable al propio presidente del Gobierno, a quien en esta segunda retirada le ha salido el tiro por la culata.