Avanza el entendimiento PSE-PP en Euskadi

DESPUÉS de no pocas vacilaciones y desconfianzas, y de negociaciones no siempre fáciles, socialistas y populares han llegado a un primer acuerdo en el cambio prometido en Euskadi. Ya sabemos que el presidente del Parlamento Vasco será una destacada personalidad del PP, a cambio del apoyo que el PP dará, seguidamente, a la elección de Patxi López como lendakari. Se menciona el nombre de Arantxa Quiroga, vicesecretaria general del PP, para ese importante cargo.

Falta luego el programa consensuado en materias clave, sobre el que parece que también se está avanzando, con un principio de acuerdo en materias tan esenciales como la lucha antiterrorista, las bases de la educación, la TV pública... Hasta el p unto de que los nacionalistas vascos, finalmente, empiezan a hacerse a la idea de que próximamente deberán ceder todos los poderes a socialistas y populares reunidos... Y no es cosa sencilla: se calcula que los efectos de ese vuelco electoral producido el primero de marzo significará cambios en la dirección de una treintena de sociedades públicas: la TV vasca EITB, los puertos de Bilbao y Pasajes, la SPRI, el EVE... Pero la voluntad de que el PNV pase a la oposición es firme y pasa por lo que todavía hace unos pocos meses hubiera resultado impensable: que el PP, que siempre fue una fuerza política «maldita», vaya a ejercer la presidencia del Parlamento Vasco, nada menos, y como consecuencia del entendimiento para la designación de López como sucesor de Ibarretxe en Ajuria Enea .

Pero, efectivamente, este acuerdo espectacular no implica por sí sólo el voto del PP al candidato socialista: falta ese pacto político todavía en elaboración. El principio de acuerdo está aún pendiente de su ratificación final, aunque aseguran ambas partes que está ya elaborado probablemente al noventa por ciento, probablemente con algunos matices a reconsiderar para evitar «el frentismo» de que podría acusarles el PNV. Se cree que ese entendimiento PSE-PP vendrá a ser un pacto estable para toda la legislatura. Y se cree que la última palabra la tendrán los líderes de las dos formaciones, López y Basagoiti, una vez que el último borrador esté dispuesto y preconsensuado.

Al acuerdo de hacerse con la presidencia del Parlamento se ha llegado después de una negociación sencilla, en la que el PSE ofreció al PP, o ese cargo o dos miembros en la mesa del Parlamento. El PSE ocupará la vicepresidencia y otro de los puestos de la misma mesa, la secretaría primera. Ahora empieza a ser el momento de discutir, proponer y divulgar los nombres para cada función y tarea y, por supuesto, la hora de terminar la elaboración de ese «principio de acuerdo» que viene a ser un pacto para los cuatro años de la legislatura y al que parece que todavía le falta bastante que limar y perfeccionar. Por ejemplo, ¿se propondrá o no la reforma del Estatuto de Guernica, o se exigirá el cumplimiento de las cláusulas que nunca se pusieron de acuerdo del mismo estatuto? Se confía en que ese documento pudiera firmarse ya la próxima semana. No es improbable que, a partir de ahí, sean muchas las voces que reclamen algo parecido para el Gobierno de España. Si fue posible en Euskadi, entre López y Basagoiti, ¿por qué no en Madrid entre Zapatero y Rajoy? Tal vez sea cues tión de proponérselo...