Tres mujeres, tres historias

AYER conocí en Navatejera a Socorro Ramos, de Villaobispo de las Regueras, Amparo Álvarez Lozano, vecina de Robledo de Torío, y a Rosa Robles Mirantes, también de Villaobispo. Las tres leyeron en público y en voz alta los relatos cortos con los que ganaron el primer premio, el segundo accésit y una mención especial del II Concurso de Relatos Cortos organizado por el Ayuntamiento de Villaquilambre a propuesta del Consejo Municipal de Mujeres.

Socorro eligió la mirada de una niña pequeña para pergeñar un relato en el que la crisis obliga a un hombre tradicional a ocuparse por primera vez de las tareas domésticas. Para Asun, la protagonista, el padre se convierte en un héroe por el mero hecho de que pasa más tiempo con ella y la lleva al colegio, aunque no se paran en el quiosco a comprar chuches por eso de la crisis. Para Asun, la crisis es un momento triste.

Encarna la Mosca es la historia real de una mujer gitana leonesa a la que Amparo quiso sacar del anonimato con la misma dignidad e importancia que cualquiera de las artistas y profesionales que vio reflejadas en una revista como emblemas de la nueva mujer gitana. Con un arranque absolutamente literario, el relato ofrece una película verídica de la vida que llevaron muchas mujeres gitanas. Pobre, pero preñada de alegría e infinitos recursos para sacar adelante a la prole.

Rosa Robles describió con maestría, gracia y un lenguaje las desigualdades que a lo largo de su extensa ha vida, 82 añines, ha visto entre los hombres y las mujeres. «De soltera, cuando ibas con un hombre y tropezabas te agarraba del brazo... De casada, ya no te cogía del brazo y te decía: anda que vas como una vaca...» Mientras ella leía, las demás asentían... ¡Cuánta verdad!, decían sus sonrisas.

Fue un hermoso regalo escuchar en colectivo las tres historias, como en un filandón. Y una prueba de que quedan muchas historias de mujeres por tejer y contar. Hay que seguir tirando del hilo. Enhorabuena al Consejo de Mujeres de Villaquilambre.