MAR DE FONDO | CARMEN TAPIA
Madres protagonistas
LOS mejores padres y madres son los que educan a sus hijos para que sean independientes, para que no los necesiten, para que vuelen solos libres de ataduras; los que acompañan a sus hijos en el proceso de maduración y después los dejan ir. Parece fácil pero las consultas de los psiquiatras y psicólogos están llenas de padres y madres que no han sabido ocupar su lugar y de hijos e hijas condicionados hasta el extremo de no pensar o sentirse culpables cuando desean un planteamiento de vida diferente al que les inculcaron mientras les alimentaban con sopa caliente. En las consultas médicas se tratan patologías asociadas a la imposibilidad de desarrollar la vida que uno quiere, aunque muchos pacientes no sean conscientes de ello. Hago esta reflexión tras una noticia de la que se hicieron eco todos los programas de televisión. Una madre va a ser juzgada por quemar al violador de su hija de quince años. Noticia interesante desde otros puntos de vista al que a mí me llamó la atención. Todas las cadenas de televisión tuvieron acceso a esa casa, en la que la madre aparecía destrozada por el dolor que le había provocado la noticia de la violación lo que la mantenía en tratamiento psiquiátrico por depresión desde hacía años. Su hija, tres años después de la agresión, lamentaba el estado en el que se encontraba la madre y maldecía a su violador y su familia por haberle ocasionado ese estado de ansiedad. «A mi madre le han hecho mucho daño y desde entonces arrastra una depresión que no es capaz de superar», lamentaba la joven, dolida y afectada por el dolor de su protenitora. No hubo en toda la noticia una referencia a sus sentimientos, la verdadera víctima de tan brutal agresión que, abrazada a su madre, pedía justicia.