Sobre la educación infantil (0 a 3 años)

En los años 80 proliferaron «guarderías» en pisos donde se hacinaban los niños sin control, atendidos por personas con buena voluntad (seguramente) pero sin ninguna preparación. En la primera década del s. XXI se han montado «ludotecas» en locales comerciales (hemos modernizado el término lingüístico) donde los niños juegan en piscinas de bolas de colores, con mucho material de juego, pero poca intencionalidad educativa ¡Poco hemos avanzado! No se puede negar el gran esfuerzo en formación de los profesiones, en nuevas instalaciones educativas, en el trabajo callado de muchas profesionales que en estos últimos 20 años han dignificado su actuación con los niños dando un carácter educativo a su trabajo, reciclándose continuamente, y con espíritu de esfuerzo... Pero todo esto no es suficiente si la Consejería de Educación no asume el tramo educativo de 0 a 3 años con las mismas características que el de 3 a 6 años, puesto que asilo reconoce la Ley Orgánica de Educación. La verdadera conciliación de la vida familiar y laboral pasa porque las familias no tengan que pagar la educación de sus hijos de 0 a 3 como si fueran universitarios. La educación de O a 3 años, en gran medida, está en manos de empresas (que como tal tienen ánimo de lucro) y ganan dinero a costa del contribuyente (reciben subvenciones de la Administración) y de los padres ¡Así conciliamos! Los padres tienen que saber que mientras esta etapa educativa no esté en manos de la enseñanza pública sus hijos no son considerados «seres educables». En un centro educativo todo está diseñado y preparado para que nos sirva para educar al niño desde que entra por la puerta hasta que sale, no vale sólo «jugar», «cuidar», «controlar» o «entretener». Las Administraciones Públicas se han hartado de utilizar este tema para sus intereses propagandísticos sobre todo en época electoral haciendo publicidad institucional a costa de la necesidad que existe de plazas de educación infantil (0 a 3 años) y por ser una preocupación para muchas familias... !Ya está bien de utilizar a los niños para lo que nos conviene! ¡Dejen en paz a los niños... que no pueden escribir en los periódicos¡ ¡Ya está bien, señores políticos! Miren por el bien de los niños, no por el de sus partidos. Y escuchen a los profesionales y a los padres...