EL MIRADOR | JOSÉ CAVERO
Amenaza sobre Europa
EN OLOR DE MULTITUDES, y demostrando lo que ya se había venido afirmando, que Barack Obama disfruta de mayor popularidad en Europa que en su propio país, el presidente norteamericano ha continuado su maratón de visitas y reuniones con los dirigentes de la Vieja Europa, primero en Londres con ocasión de la cumbre del G-20, y luego en Estrasburgo y Kehl y Baden Baden, para las reuniones de los aliados de la Otan, en el sesenta aniversario de la constitución de la Organización del Atlántico Norte.
El «emperador de Occidente», y presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, regresará a su país con nuevos amigos y socios y colaboradores incluso entusiastas, más o menos convencidos de la necesidad de la conveniencia de cooperar con la cabeza del Imperio después de un tiempo nefasto de muy difícil relación con el ex presidente George W. Bush. Pero Obama, en ese propósito de lograr un apoyo más cerrado de sus socios europeos, ha dejado tras de sí algunos mensajes inquietantes, sobre todo el que ha contenido la advertencia o la alerta de que Al Qaeda es más peligrosa para Europa que para Estados Unidos.
Obama no ha dudado en criticar que las relaciones de los socios de la Alianza han estado «a la deriva» en los últimos años, y tampoco ha dudado en poner firmes a los aliados de este lado del Atlántico ante sus responsabilidades en la seguridad internacional. Sobre todo, con esa consideración, que han destacado todos los medios europeos en las últimas horas: que a su juicio, es más probable que los fanáticos islamistas puedan llevar a cabo graves atentados en Europa y no en Estados Unidos, por más que sea una permanente amenaza común para ambas zonas del mundo. Pero le parece más fácil que se repita un 11-M que un 11-S, un atentado como el de los trenes de cercanías de Madrid, o el metro de Londres, que como el de las torres Gemelas de Nueva York, por referirse a las grandísimas tragedias llevadas a cabo en los últimos años por los partidarios y fanáticos de Al Qaeda.
No hay duda de que, en todo caso, sigue siendo una amenaza común, ante la cual, también los europeos habremos de esforzarnos por hacer nuestra propia aportación preventiva. Y en esa tarea de evitar el riesgo, nadie duda que «lo de Afganistán» -”que Mariano Rajoy insiste en llamar «guerra», que es precisamente el término que trata de evitar el Gobierno-”, es asignatura necesitada de mayores aplicaciones de todos, particularmente después de que se haya sabido que los talibanes están avanzando y recuperando territorio y prerrogativas...
Sobre todo, es firme deseo de la política de Washington que los europeos se concentren en mayor medida en las labores civiles y de desarrollo en Afganistán, como la formación de soldados y policías. En ese punto es donde, sobre todo, piensa colaborar con más medios España, necesitada, a su vez, de algún modo de «compensar» su anunciada salida de Kosovo. La presencia y actuación de las tropas será tarea a la que, sobre todo, seguirá haciendo aportación básica el Departamento de Defensa norteamericano.