AQUÍ Y AHORA | JOSÉ LUIS GÓMEZ
Blanco, ministro clave
POCO ha tardado José Blanco en poner de relieve que es una figura clave del nuevo Gobierno de Zapatero. Si algo se deduce de sus primeras declaraciones es que habla de política general, en clave de Gobierno, y que lo hace sin complejos. Le ayuda, sin duda, su condición de «número dos» del PSOE. Es más, si alguien tenía la esperanza de que aflorase en Pepe Blanco un perfil técnico, propio de un ministro de obras públicas, él mismo se ha encargado de aclarar las cosas, con declaraciones políticas y palabras al alcance de cualquier ciudadano. Ahora que ha cerrado su blog, donde solía expresarse con un estilo claro y contundente, Blanco parece haber trasladado su espíritu al género de las declaraciones.
Sólo se observa una gran novedad: desaparecen los ataques frontales al PP, que se transforman en manos tendidas; no a Rajoy, sino a algunos de sus presidentes autonómicos, empezando por la madrileña Esperanza Aguirre -casualmente la gran rival de Rajoy- y su paisano Núñez Feijóo, con quien no sería de extrañar que compitiese en 2012 por la presidencia de la Xunta. A Zapatero le hacía falta un ministro así, rodeado como está de personas inexpertas, que por si fuera poco son titulares de departamentos sin competencias. En realidad, Blanco es el único ministro con poder real y capacidad de inversión, lo cual, ahora que hay crisis se convierte en canela fina. Su arma se llama Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes y es una de las contadas bazas del Gobierno contra la crisis, sobre todo en términos de generación de empleo y de garantizar la cohesión social y económica del país. Hemos pasado de Magdalena Alvarez, una ministra/economista, sin apenas influencia política y con muchas puñaladas en su espalda, a un ministro/político, que si algo tiene es peso en el Partido Socialista y al que no es fácil apuñalar, curtido como está en mil batallas partidarias y también electorales. Así como hay cosas del nuevo Gobierno donde todo sigue igual o peor, el cambio que representa Blanco tiene todas las trazas de marcar un antes y un después. Cinco años después, sigue siendo el gran salvador de ZP.