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EL MIRADOR | AGUSTÍN JIMÉNEZ

Pascua Florida

Publicado por
AGUSTÍN JIMÉNEZ
León

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CUANDO se hubieron encomendado a la advocación de San Obama en los diversos puntos de peregrinaje, los dirigentes occidentales se largaron a sus pascuas de Semana Santa y abandonaron el mundo a su suerte, dejándolo sin noticias. A no ser Berlusconi, que organizó unos días de camping para varias decenas de miles de habitantes de los Abruzzos, y nuestro Zapatero, quien, sacando partido del curso acelerado de marketing que le impartieron en sus G12 y sus civilizaciones, ha traído de calle a sus ministros obligándolos a posar para que testimoniasen que estaban trabajando.

Arregladas los asuntos en continente y medio, el mismo Obama ha pasado unos días relativamente tranquilo, haciendo paréntesis para un estrepitoso a nuncio sobre Cuba y en espera de relumbrar en Trinidad-Tobago. La noticia más concreta que ha dado es la presentación de un chucho de raza portuguesa que no suelta pelo. Durante este nuevo período de inopia política europea, han ocurrido diversos incidentes en sitios estrambóticos. El más extraño es quizás la huelga de hambre del presidente Evo Morales, acometida para acelerar un proceso electoral que permita votar en la dirección correcta a sus indios bolivianos. Los más románticos en dosis de miseria, ilusión y muerte son los abundantes secuestros de forajidos sin leyenda de Somalia. Salvando las distancias, recuerdan a los secuestros de empresarios que se han puesto de moda en Francia tras la declaración oficial de crisis. Lo más aburrido, y, por lo mismo, lo más letal, ha sido la secuela del lanzamiento del misil coreano, acaecida justo al tiempo en que el presidente americano predicaba su visión de un mundo sin armas nucleares. Naturalmente, la mala opinión que tenemos de Corea del Norte, probablemente el único país extraterritorial que queda, es pura insidia imperialista. Éntrese en la página oficial de la agencia de noticias de allí y se comprobará que nada hay más pacífico que el régimen de Kim Yong II. Durante la conmemoración de la Fiesta del Sol, que coincide con un martes y 13, la mitad de las noticias coreanas se referían a envíos de flores remitidos al padre del tinglado, a quien, según otro despacho, se le ha atribuido el título de «gran hombre sin par». A Kim Yong II también le regalan numerosos ejemplares de animales llegados para alegrarlo. Otro sitio donde había festejos solares era Tailandia. Sin ellos y sin la tediosa reanudación del mundial de motos, no hubiéramos tenido noticias para el telediario. Manifestantes con camisetas rojas, arengados desde Londres por un exmandatario perseguido por corrupción pero amigo del pueblo, impidieron la celebración de la cumbre de ASEAN y fastidiaron con saña al mandatario actual que defiende a la élite rica. Lo sorprendente es que los manifestantes unas veces pegaban y otras veces ofrecían flores a los soldados que los combatían. Debe de ser la insondable profundidad oriental, la misma que envía flores al presidente de Corea del Norte. Y, según crónicas independientes, en los barrios donde no florecía la violencia de las fuerzas del orden y las camisetas rojas, los tailandeses jugaban a pelearse disparándose pistolas de agua, que es como, al parecer, celebran en Tailandia el Día del Sol que coincide con Pascua.