¡Auténticamente espeluznante!

Leo la noticia de a lo que sale el minuto de conferencia o discurso o lo que sea del ex primer ministro británico —siete mil euros el minuto— y no salgo de mi asombro. Realmente bochornoso, cualquier apelativo que se pueda utilizar sobre esto creo que se quedará corto. No importa que haya una crisis de agárrate, hay gente que se sigue llenando los bolsillos de forma desmesurada y no tienen escrúpulos, ¿acaso les importa cómo esté la situación actual o el hambre y las necesidades que haya en el mundo? Por cierto, eso sería una buena idea, por si no se les ha pasado por la cabeza, emplear al menos parte de ese dinero para alguna buena causa. De todas formas me parece algo totalmente fuera de tono que a alguien, sea quien sea, ni por el cargo que ocupe o haya ocupado en su momento ni por la preparación que pueda tener le paguen esas cantidades desorbitantes, que pueden parecer incluso un insulto a los ojos, digamos, de las personas normales.