LA VELETA | CAYETANO GONZÁLEZ
El estado de la nación
EL GOBIERNO, en uso de su potestad, ha querido que el Debate sobre el Estado de la Nación que anualmente se celebra en el Congreso de los Diputados tenga lugar antes de las elecciones europeas del próximo 7 de junio. Podía haber sido después, por lo que habría que preguntarse donde radica el interés gubernamental en que sea ahora. Caben dos explicaciones posibles para la elección de la fecha: o bien el PSOE y el Gobierno prevén una derrota en dichas elecciones y no han querido darle la baza al PP y a Rajoy de haber convertido el citado Debate es una camuflada moción de censura tras la hipotética derrota electoral de junio. O también cabe pensar que Zapatero y los estrategas electorales del PSOE confían en que celebrando el debate antes, sirva como palanca ante la opinión pública para remontar unas encuestas que les son desfavorables.
Sea lo que sea, el hecho es que hoy y mañana se va a vivir en el Congreso un duelo entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, entre Zapatero y Rajoy, cuando faltan de menos de cuatro semanas para las primeras elecciones de ámbito nacional tras las generales celebradas en marzo del año pasado. El Debate llega cuando la situación económica es francamente mala y cuando las perspectivas a corto plazo no son nada halagüeñas. Por lo tanto es de esperar que tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición aprovechen para explicar las medidas que proponen para haer frente a la crisis. Lo que sucede es que mientras Zapatero tiene en sus manos el BOE para plasmar esas medidas, Rajoy debe de conformarse, lo cual no es poco, con presentar su alternativa y hacerlo de forma convincente, sin dar la impresión de que no quiere arrimar su hombro al del Gobierno en un momento tan delicado para tantos españoles que los están pasando francamente mal.
U n Debate del Estado de la Nación sirve para lo que sirve. Tiene un seguimiento limitado en las televisiones que lo emiten en directo, pero sus ecos son amplificados durante su celebración debido a que todos los medios de comunicación, analistas, tertulianos, etc. se centran en el al menos durante dos días. Zapatero necesita estar convincente y tener credibilidad en lo que diga, algo que ha ido perdiendo en los últimos meses según pone de relieve la última encuesta del CIS. Y Rajoy también necesita salir bien parado del Debate. No puede estar a la defensiva o «enfriando» el partido, porque eso transmitiría dudas sobre su capacidad de liderazgo. Tampoco puede ir a degüello, ya que los ciudadanos no están para presenciar muchas broncas o para descripciones apocalípticas de la situación. La gente quiere soluciones y percibir que los responsables políticos hacen un esfuerzo por entenderse. El problema es que en este País casi siempre estamos en elecciones y eso no ayuda.