La España desigual

«LOS españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento...» Así reza el artículo catorce de la Constitución de la democracia. La razón de nacimiento se refiere al hecho de que los derechos son los mismos, sin que importe si se ha nacido en una Comunidad Autónoma o en otra. Eso es lo que está fallando, ahí es donde comienza la desigualdad. Las medidas propuestas por el Gobierno en el debate sobre el estado de la Nación y la autorización para la venta en farmacias de determinado medicamento han vuelto a poner en la palestra el incumplimiento de ese artículo de la Carta Magna que nos obliga a todos.

Frente a desigualdades tan sangrantes como el que los vehículos vayan a costar más dinero en Aragón que en Cataluña; que la píldora del día después se encuentre en las farmacias de Andalucía pero no en las de Madrid; que interrumpir un embarazo en los hospitales navarros es prácticamente imposible en ninguna circunstancia, pero sí se hace en los de Extremadura, se llega a la conclusión que falta Estado.

Los criterios para aplicar o no una norma legal tienen que ver en algunos casos con criterios puramente morales o ideológicos, y en otros con el puro interés electoral. Ejemplos de ambos casos se han vivido recientemente: por razones ideológicas la Educación para la Ciudadanía se impartió en inglés en Valencia, en un intento de Camps de boicotear la asignatura. Tuvo que ceder ante las protestas de padres y educadores que veían como los alumnos iban a suspender una materia obligatoria. Por razones electorales la Generalitat de Cataluña está utilizando la ayuda a la compra de coches como chantaje para acelerar su reclamación de nueva financiación. Estos excesos, junto con otros de parecido cariz, están consiguiendo que surjan voces que reclamen la recuperación por parte del Estado de determinadas trasferencias ante la evidencia de que se utilizan como arma política y no a favor de los ciudadanos. No es más que el comienzo de una corriente de opinión que puede calar si las desigualdades, en temas claves de derechos ciudadanos, no se corrigen de forma inmediata.