Carta a los jueces españoles

COMO PRESIDENTE de Alle (Asociación de Laringectomizados de León) y Fleash (Federación de Laringectomizados Españoles y Asociaciones Sin Humo) estoy obligado por nuestros Estatutos a salir al paso de la sentencia que ha dictado la Audiencia Nacional sobre el caso Calderón Crespo sin entrar en los temas jurídicos (entre otras cosas porque no tengo ni idea), pero he leído unos párrafos que no podemos admitir; veamos, dicen: «No queda evidenciada la responsabilidad de la Administración por el hecho de que ésta conceda la autorización para que el tabaco se venda».

A los/as magistrados/as: el Estado autoriza la venta de un producto adulterado por más de 4.000 productos que causan una adicción 4 veces superior a la que causan la heroína y la cocaína, que toda la publicidad es engañosa y que mata en España a 158 personas y deja discapacitados a unos 300 cada día; resulta que el Estado es el que permite vender ese producto, es quien marca el precio de venta y se lleva más del 70% del precio de venta y no es responsable; pues miren: ya en los años 80 del siglo pasado jueces estadounidenses condenaron a las tabaqueras con 280.000 millones de dólares por tres delitos:

-Adulteración premeditada

-Publicidad engañosa, y

-Perjurio (habían jurado que el tabaco no estaba adulterado ni creaba adicción).

El 12-10-2000 la OMS condenó a las Tabaqueras en Ginebra por Adulterar el tabaco con más de 4.000 productos, por crear 4 veces más adicción que la cocaína y la heroína, por publicidad engañosa y por matar en todo el mundo en los 10 meses de ese año a 4.200.000 personas y miren, señorías, todas las Tabacaleras reconocieron que todo era cierto.

Poco después, el vicepresidente Ejecutivo de Philis Morris hizo unas declaraciones que publicaron los medios de todo el mundo donde dijo refiriéndose al Gobierno de Checoslovaquia: «Ustedes, Gobierno de Checoslovaquia, deberían estarnos agradecidos, ya que gracias al tabaco, no tendrán que gastarse un solo céntimo en crear Residencias para la 3.ª edad ni pagar Pensiones por Jubilación, ya que todos se morirán antes».

«El acto de fumar, indica la sentencia, es una decisión libre y voluntaria y quien lo hace conoce los riesgos a que se expone». «Es perfectamente conocido hoy en día el número de enfermedades causadas o que puede causar el consumo de tabaco, debidamente advertidas en las cajetillas, de manera que quien fuma por decisión propia, se coloca en una situación de riesgo para la salud».

O sea, que lo que certifican miles de científicos de todo el mundo desde hace décadas es mentira, lo que dice la OMS y reconocen las propias tabaqueras también es mentira, las sentencias de jueces norteamericanos también son mentira y los menores de edad son responsables, el tabaco no es una droga y no causa adicción, etcétera, etcétera; los drogodependientes de otras drogas cuatro veces menos adictivas tienen atenuantes, los de ésta no. Pobres científicos y a los millones de ciudadanos enganchados al tabaco que Dios les pille confesados y a nosotros, los que luchamos contra esta lacra ya nos queda todo claro: por 9.300.000 razones, quiero decir euros que se llevó el Estado en 2008.