Gesto de ministra

VERÁN, YO CREO que Carme Chacón tiene cualidades de sobra para ser una buena ministra. Es seria, rigurosa en el trabajo y tiene ganas de hacer las cosas bien, pero también creo que debería de abrirse más a la sociedad. Chacón parece demasiado distante, rehuye a los medios de comunicación y no se la nota cómoda en algunas de sus comparecencias públicas, sobre todo desde que ha comenzado a recibir criticas. Su reacción parece ser la de encapsularse y eso me parece un error. No digo que la ministra tenga que estar sonriendo todo el día ni conceder entrevistas porque sí, pero sí que debería de revisar su política informativa.

Carme Chacón se metió a la sociedad española en el bolsillo recién elegida ministra yéndose a visitar a nuestras tropas cuando estaba a punto de tener su hijo. Fue un gesto valiente y aquella foto dio la vuelta al mundo. Además, aquel gesto el supuso un plus para ejercer su gestión. Pero en política, como en la vida, hay líneas muy sutiles que se pueden romper de un día para otro, y pasar de caer en gracia a caer en desgracia.

El problema que tienen los ministros es que viven alejados de la realidad y quienes les rodean tienden a decirles que son estupendos, que lo hacen muy bien y que la «gente» está encantada con ellos. Pero suele suceder que las cosas no sean así, o que si han sido así dejen de serlo. Chacón ha pasado de cosechar elogios a cosechar sus primeras criticas, lo cual es en parte lógico porque cuando se gobierna se toman decisiones, unas más acertadas que otras, pero yo diría que además recibe críticas que se podría ahorrar porque tienen que ver, insisto, con su política de relación con los demás.

Es verdad que aparece estupendamente valorada en todas las encuestas, pero...., insisto, oteo en el ambiente que empieza a perder el fervor que muchos tenían hacía ella. ¡Ojo¡ no hablo de lo que dice de ella la oposición, que naturalmente están en su papel, sino de lo que escucho a la gente de a pie, y sobre todo a muchos compañeros de profesión.

Hay quien dice que Carme Chacón tiene muchas papeletas para ser la «sucesora» de José Luis Rodríguez Zapatero, y que por eso ha optado por ese perfil tan institucional. No digo que no esté bien tener un perfil institucional, pero entre eso y parecer antipática y rígida hay un enorme trecho y es el trecho que no debería de recorrer.