Zapatero y Rajoy confían en ganar

Más apoyado que su adversario en las encuestas que se publicaron en la prensa escrita, Rajoy insiste en que el PP ganará «de calle» en las elecciones del domingo. Pero la misma esperanza la expresa Rodríguez Zapatero, que partía de peores posiciones ya antes de dar comienzo los días de campaña, y que, sin embargo, parece haberse crecido en los mítines. No hay duda de que los dos líderes «se han batido el cobre» y han hecho un esfuerzo personal considerable, más incluso que sus correspondientes candidatos, Jaime Mayor Oreja y Fernando López Aguilar, respectivamente. A los cuatro les quedan unos pocos días para terminar este combate por escenarios de todo el país y por solicitar el voto de los propios y los indecisos. Ciertamente, la crisis económica y las maneras de afrontarla y superarla, pero también muchas otras políticas domésticas han dominado en los mítines de las últimas semanas: desde el proyecto del aborto a los trajes de Camps, desde el empleo de los aviones de la Fuerza Aérea a la insuficiente implicación de unos y otros contra esa crisis que ha sumado ya por encima de cuatro millones de españoles en las listas de parados. Todas han sido cuestiones extraordinariamente debatidas y que en muchas ocasiones es posible que hayan forzado a ignorar otras materias de las que se deciden en la Europa de 27 países, como los criterios comunes para afrontar la crisis, para resolver el problema de la inmigración, la cuestión de la innovación, de los consumos energéticos, de una industria automovilística potente, de las subvenciones a la agricultura... Hemos entrado ya en los días finales de la campaña y muy poco se ha hablado de las cuestiones que se debatirán en el Parlamento Europeo que se va a renovar, pero sí hemos tenido oportunidad de volver a escuchar los planteamientos que hacen nuestros políticos para ganarse el favor de la mayoría. Es evidente que «los menores» —las segundas y terceras opciones que también aspiran a tener representación en Estrasburgo— han tenido muy escaso éxito en sus planteamientos y en sus discursos. Las encuestas les siguen otorgando aproximadamente un diez por ciento de los escaños a distribuir: cuatro o cinco entre la decena de siglas del total. Pero, sobre todo, a nadie escapa que Zapatero y Rajoy vuelven a «jugarse el tipo»: Zapatero podría continuar al frente del Gobierno posiblemente para comprobar ya el tiempo de los «brotes verdes», y Rajoy vería muy consolidada su aspiración a ser, de una vez, el candidato alternativo, sin tensiones interiores en su propio partido, que no hay duda de que valora el esfuerzo que su líder hace, sobre todo, en tiempo de campaña y de mítines...