Mundo chiflado

En blanco | javier tomé

Hablando de prensa, y puesto que la ración diaria de frikismo made in Spain que uno puede soportar sin entrar en convulsiones queda sobradamente cumplida con el duelo electoral entre el prometedor aspirante a la corona Kid Rajoy -”¡ay que me voy!-” y el campeón en horas bajas Quebrantahuesos Zapatero -”¡ven que te espero!-”, los médicos aconsejan abrir el periódico por otras páginas más llevaderas para dormir ocho horas de un tirón. Por ejemplo las deportivas, con la finalidad de escrutar las penalidades culturalistas y hasta madridistas, en una debacle compartida que prueba, fuera de toda duda, que el color blanco no goza de predicamento en el fondo de armario futbolístico de la presente temporada. Así que nada mejor que interesarnos por la ola de travesuras, manipulaciones y bellaquerías que dan un poco de color y divertimento a la lírica de lo prosaico.

Echando una ojeada a la exquisita sección que refleja el exhaustivo rosario de penalidades que aliña nuestro presente, aquello del centro médico serbio que cura a los drogatas a base de palizas reúne todos los requisitos para convertirse en un clásico. El arcipreste Brasnislav Peranovic decidió abrir una suerte de cuchitril especializado en sanar mediante tres cuartos y mitad de collejas a los olvidados por la Providencia. Un tratamiento cuya base científica se desconoce, aunque algunos expertos adjudican sus líneas argumentales al peculiar doctor Mabuse. Se trataría, en definitiva, de un trabajo fino de hechicería como el aplicado por cierto delincuente de Bombay a la dependienta de una joyería, para robarle ciento veinte mil euros en joyas. Al parecer, hipnotizó a la pobre muchacha, poniendo el establecimiento en posición de decúbito supino. ¡Vaya mundo chiflado!