Diario de León

la opinión del lector (II)

Con la ORA hemos topado

Publicado por
Jorge Villanueva García. LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

En primer lugar, quiero decir que soy médico de Atención Primaria y trabajo en el Centro de Salud de la Condesa. El pasado día 4 de junio, tras acabar mi consulta a las 13.15, dado que a las 15 comenzaba una guardia de 17 horas y tenía un aviso domiciliario en la calle Juan de Badajoz, fui a casa (afortunadamente vivo enfrente) a por el coche y lo necesario para la guardia para hacer el aviso y comer antes. Entre las 13.30 y las 13.35 (no lo puedo asegurar, porque no miré el reloj) llegué al domicilio y deje el coche en Zona Azul (si no, imposible) con una tarjeta de buen tamaño en que pone «Médico de urgencia». A las 13.41 (esto sí lo puedo asegurar porque miré el reloj), al llegar al coche, me encontré con una multa de la ORA puesta a las 13.36. Recorrí todo Juan de Badajoz y medio Paseo de la Condesa sin encontrar ningún vigilante (son de esa «rara avis» cada vez menos rara y más «avis» que cuando se trata de sancionar aparecen como por ensalmo y cuando los necesitas nunca los encuentras), hasta la oficina de la calle Cardenal Lorenzana, donde llegué a las 13.47 con la lengua fuera. Allí, tras soltarme una lindeza como que cualquiera puede dejar un papel diciendo que es médico; al decirle que era una tarjeta con el escudo del Colegio de Médicos, me soltaron otra, diciendo que hay médicos que lo usan sin estar trabajando. Por supuesto, no quise entrar al trapo. Me despacharon alegando que ellos reciben órdenes y que éstas son de no hacer caso de nada que vaya en los coches. Por lo tanto, esta carta está dirigida a los que dan esas órdenes. Señores, toda regla tiene sus excepciones y creo que debería contemplarse alguna, especialmente cuando se trata de un servicio público, tan importante como la sanidad. Si quieren una sugerencia, deberían de proporcionar ustedes mismos una tarjeta para poder aparcar en Zona Azul, durante un tiempo determinado, en estos casos y ordenar a los vigilantes, esos que nunca se encuentran, a «estar al loro» por si se producen esas excepciones de las que me acusaron en la oficina. Muchas gracias, y por favor, piénsenlo.

tracking