Un triste despertar en León

Hoy, desde mi domicilio en la avda. Reino de León oí unos ruidos extraños. Me asomé a una de las ventanas de mi vivienda y, cuál no sería mi sorpresa cuando he visto que una sierra mecánica arrojaba al suelo la frondosidad de las ramas de árboles de esta avenida, dejando al descubierto el solitario esqueleto de sus troncos. Ante esta visión me surgieron varias preguntas: ¿Es necesario hacer esta poda en pleno verano? ¿No se podría haber cortado solamente las ramas, que por no haberlo hecho en el momento apropiado, pudieron molestar a peatones que circulaban aprovechando su sombra? En esta zona viven muchas personas mayores que van a hacer las compras o dar cortos paseos y para no agotar sus fuerzas o descansar, aprovechan la sombra de estos árboles en estos días tan calurosos. ¿Van a dejar sin sombra a tantos ancianos que ocupan los bancos en la plaza de Santa Ana dónde pasan gran parte del día? ¡No lo entiendo! Tal vez, el equipo de gobierno de la ciudad de León han permitido que esto ocurra porque todavía tienen agilidad y sus fuerzas personales no son las de las personas de las que antes he hablado. Esto siente una leonesa, que comprende y ama a los mayores y disfruta de la sombra en los días tan calurosos.