Calor

España alcanzó estos pasados días unas temperaturas extremas generalizadas que marcan la eclosión térmica de un verano que los expertos anuncian como no especialmente virulento y, por supuesto, lejos del estío de 2003 en el que murieron más de cien personas, de forma directa o por patologías asociadas a causa de unas olas de calor tan intensas como persistentes. Aún así, episodios sofocantes como el actual representan una evidente alerta sanitaria, que tiene en los trabajadores al aire libre, niños, mayores y enfermos crónicos sus principales grupos de riesgo. La concienciación ciudadana junto a un ejercicio de sentido común, -que debe complementarse con la eficaz actuación de los servicios de salud frente al temido golpe de calor- pueden mitigar mucho los riesgos de estas situaciones.