¿Por qué los turistas no pernoctan en León?

Cada poco tiempo suele aparecer en su periódico la información, no por crónica menos preocupante, de que los turistas visitan León en un número cada vez mayor, pero las pernoctaciones descienden continuamente. Algo tendrán que ver esos pequeños detalles que sumados hacen un todo, y que he podido constatar en una simple visita a la Oficina de Turismo. Amén de que la Oficina de Turismo de toda la vida, ahora desmantelada, no ofrece ninguna información de dónde se encuentra la nueva oficina provisional  —hasta a un niño se le hubiera ocurrido—, una vez localizada la actual gracias a la dependienta de la tienda de souvenirs de al lado, quiero compartir algunas apreciaciones. En primer lugar, el vídeo permanente no deja de volcar manidos lemas audiovisuales como «Castilla y León es vida», y la pared a espaldas de la empleada está plagada de anuncios de Palencia, Burgos, Segovia, etcétera. Continúa la obsesión de los políticos por el aplanamiento cultural de «nuestra» comunidad, demostrando un nulo interés por difundir el verdadero conocimiento de sus peculiaridades provinciales. Por otro lado, sin la menor intención de menospreciar la valía profesional y la dignidad de la persona que atiende la oficina, ni de entrar a juzgar sus condiciones laborales —que posiblemente podrían influir en todo este asunto—, no puedo por menos de criticar su actitud de apatía, desinterés y falta de un mínimo grado de calidez comunicativa, o simplemente, de comprender la evidencia de que quien entra a preguntar lo hace porque no conoce de nuestra tierra, y que eso es precisamente lo que busca, información. Un ejemplo: Al requerir información sobre Los Ancares, dicha persona se limita a arrojar un pequeño folleto sobre el mostrador. Al solicitar algún comentario más sobre la zona, sin saber si Los Ancares es comarca, pueblo, paraje natural, monumental, arqueológico, etcétera, contesta con ademán de impaciencia, como si uno estuviera obligado a saber qué son Los Ancares. Y dejo para el final este otro ejemplo de juzgado de guardia: en un requerimiento por parte de otras personas sobre la misma comarca, la respuesta —esta vez algo más amable— debería haber sido grabada, porque dejaría atónito a cualquiera: «sí, bueno, hay algunas pallozas, pero está mejor la parte de Galicia, sobre todo Piornedo». Creo que sobra todo comentario. A estas horas, las potenciales pernoctaciones ya habrán engrosado las saludables estadísticas de la Xunta gallega.