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León

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Tribuna | Afrodisio ferrero Pérez

Abogado y Periodista

León, durante estos días de verano, está de moda en La Coruña. Este hecho se puede comprobar por los anuncios que portan los autobuses a lo largo de la ciudad. Recientemente una «embajada» del ayuntamiento leonés se presentaba en la ciudad coruñesa para mostrar a IOB gallegos -”nuestros vecinos-” las excelencias turísticas de las Tierras leonesas. El impulso de esta presencia se debe, en buena medida, a la Casa de León, en La Coruña. Uno de los artífices de esta etapa es, sin duda, Avelino Abajo Ares, maragato de nacimiento y presidente de esta entidad regional. Es una realidad que las casas regionales velan y expresan un sentimiento de validez universal. Porque los leoneses que viven fuera de nuestra provincia asumen los valores más propios y peculiares de la diversidad comarcal. Y dentro del conjunto de valores destaca nuestra riqueza cultural, monumental y artística. De ahí que los responsables del lanzamiento turístico de León han cumplido -”y cumplen-” una misión trascendental para la difusión y conocimiento de nuestro legado.

¿Quién sería capaz de sintetizar el conjunto patrimonial y monumental de León?. Su cicerone tendría que hacer horas extraordinarias y descorazonarse, cono Homero, en el desfile de los griegos; una papeleta difícil para enumerarlos y nombrarlos sin olvidar ninguno de nuestro pasado y presente. El anterior abad de San Isidoro, Antonio Viñayo, quien ha dedicado toda una vida, al estudio -”y sigue trabajando-” ha exigido y rogado que se declaren patrimonio de la Humanidad cinco joyas leonesas: Catedral, San Isidoro, edificio de Botines, San Marcos (Hostal) y la Muralla, «porque el mérito y el número de estos monumentos está a la vista». Es cierto que otras ciudades tienen algún monumento de primera categoría, «pero es que León tiene cinco que, cada uno de ellos es cabeza de serie». He aquí una de las mejores muestras para promocionar y difundir nuestro patrimonio cultural, artístico y monumental.

A ritmo trepidante, el turismo presenta hoy una modificación sustancial en las relaciones económica s -”que no sabemos dónde tendrán su límite-”, pero estamos seguros de que se trata de un fenómeno social y económico con muchas perspectivas. De aquel turismo minoritario de grupos estudiosos, hemos pasado a otro democrático de grandes clases medias. Y la red de casas regionales constituyen un soporte fundamental, juntamente con otros medios publicitarios, para dar a conocer nuestro rico patrimonio cultural, artístico y monumental: incluso nuestra variada gastronomía, tradiciones y costumbres, en general, ya que, en su conjunto constituyen una serie de modos de vida y manifestaciones en que se expresa la vida de un pueblo. Nadie duda que tanto León como la provincia representan un libro abierto a la historia del arte y de la cultura. En estos tiempos de crisis, el turismo tiene, todavía, capacidad para generar desarrollo económico y crear empleo. Porque el buen paño en el arca no se vende, ya que es preciso exponerlo y difundirlo como un valor cultural y universal. Tiene razón el periodista Emilio Gancedo al afirmar que el papel institucional de la Diputación, Ayuntamiento y otras entidades es reforzar los valores leoneses, dentro y fuera de nuestra provincia.

Por lo que se refiere a las entidades regionales de León, en este caso de La Coruña, están llenas de vida y ambición por difundir los pequeños y grandes valores de nuestras comarcas. En este Consulado sentimental, según definición del cronista Alonso Luengo, se encuentran hombres y mujeres nacidos en tierras leonesas y, a pesar de las circunstancias, siguen muy arraigados a sus lugares de origen. En este sentido he tenido la fortuna de hablar con ilustres leoneses y leonesas, y sentir, al mismo tiempo, las preocupaciones de nuestra tierra; esa tierra que nos dio vida, sueños e ilusiones: (Presvinda, vinculada a la saga de los Trapiello, Félix García, jefe de la Policía, en Udico, Azucena y Obdulia, hijas de Lorenzo López Sancho; Santos Vega y Braulio García Zamorano, médicos; Francisco López, manchego-leonés; Alejandro de Andrés, paisano de Bercianos del Páramo. Y asimismo, con ilustres coruñeses, colaboradores activos del centro regional: Mari Carmen Calviño, Carlos Rial y Ramón Mella, entre otros); unas personas y otras que viven y sienten León, y cada uno de sus actos es una manifestación de solidaridad y buen hacer.

He llegado a la conclusión de que los hombres y mujeres que se hallan fuera de León, por diversos motivos, saben que la historia de nuestra tierra camina con todos nosotros -”de aquí y de allá-” porque somos parte de la historia. Y como señala el profesor Nieto de Alba en el libro «Cien leoneses y el porvenir de León»: Debemos aprender a ser con el espíritu de esfuerzo colectivo. En otra ocasión confiamos en visitar nuevamente las tierras de Galicia para compartir preocupaciones y sentimientos, y, asimismo para disfrutar de una ciudad tan acogedora como La Coruña.